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Montreal peligro de firme deslizante

Fórmula 1 | GP de Canadá

Montreal peligro de firme deslizante

Montreal peligro de firme deslizante

carlos miquel

El trazado canadiense ha sido reasfaltado hace tan sólo diez días y eso provocará que durante el fin de semana su adherencia sea menor de lo habitual. "El asfalto está muy sucio", explicaba ayer Pedro de la Rosa

Montreal. Nadia Comaneci. Juegos Olímpicos de 1976. Hace años sonaban modernos, la referencia de la generación del osito Misha. La de Moscú 80. Ahora son prehistoria. Pero, sin necesidad de ir a la experiencia de Barcelona, lo que quedan son unas marcas indelebles. Las que se pueden percibir en esta ciudad que dejó de ser un puerto comercial para convertirse en una referencia de ecología, modernidad y buen gusto. Y con el río San Lorenzo presidiéndolo todo, ése cuyo caudal no tiene nada que envidiar al del Rhin. Gracias a que aquí se vivió el espíritu olímpico, cada año podemos disfrutar de la Fórmula 1 en esta isla artificial en la que se enclava el parque Jean Drapeau y su célebre casino. Un trazado semiurbano, estrecho y rápido, al que este año hay que añadir la dificultad de que ha sido reasfaltado hace sólo diez días.

Una nueva capa de alquitrán tiene indudables ventajas a la larga, pero al principio supone un paso atrás respecto a la anterior. Como le sucedió a Montmeló en invierno. Necesita que el paso de los coches acumule goma sobre la pista. Este fin de semana los pilotos se enfrentarán a un trazado más deslizante de lo habitual. Todo un peligro cuando se llega al punto de frenada del ángulo de 'L'Epingle' a más de 350 km/h.

Pedro de la Rosa vuelve a ser en esta carrera el tercer piloto de McLaren los viernes. Por eso ayer estuvo revisándolo palmo a palmo: "El asfaltado es bueno, pero la pista está muy sucia. Hay zonas en las que el color es marrón, y, a pesar de que no para de pasar el camión, en la primera jornada del viernes me va a tocar limpiarlo. Sin embargo, han eliminado bastantes baches y la superficie es muy fina. El domingo creo que podremos encontrarnos ya en una situación bastante normal, pero la primera jornada estará deslizante. Otra cosa es si llueve, que entonces la nueva superficie sí que va a ser realmente delicada incluso durante la carrera". Las previsiones hablan de tormentas, de un riesgo de un 70 por ciento de lluvias para el domingo. Ayer ya se pudieron ver las primeras gotas. Y los grandes beneficiados de todo esto podrían ser los rojos Ferrari.

Además, si se disputa la carrera con tiempo seco y calor, Bridgestone podría tener también una ventaja añadida. Ellos, a diferencia de Michelin (antes de Mónaco), eligieron sus compuestos en Silverstone y Monza la semana pasada. Así lo explica Hisao Suganuma, responsable técnico: "Esperamos que el asfalto tenga unas características similares a las de 2004. Emplearemos los compuestos más blandos y creemos que, después de los últimos tests, podremos ser competitivos en el periplo americano".

Pierre Dupasquier (Michelin), por su parte, avisa del riesgo de estos cambios: "Por lo que sabemos el asfalto no es demasiado abrasivo, pero la evolución de la pista a lo largo del fin de semana es una auténtica incógnita". Este temor es el que hizo analizar el circuito a De la Rosa: "Pensaba que los compuestos que traemos iban a ser demasiado duros para este tipo de asfalto, pero después de verlo con mi ingeniero creo que no vamos a tener problemas. Eso sí, elegir ruedas sin pisar antes la pista es siempre una lotería".

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