Parece contradictorio, pero un año después se transmitió menos ilusión en la presentación de Renault en Mónaco que en el arranque de la temporada 2005. Tal vez sea por la fecha de caducidad de este proyecto de carreras que no disputará el Mundial de 2008, y podría dejarlo incluso en 2007 si las cosas van mal. Esperemos que no. O por el reciente fichaje de Fernando Alonso por McLaren. El caso es que en el Fórum Grimaldi de Mónaco no se respiró el ambiente propio de unos campeones. En apariencia sólo se destilaba euforia en el lema ("La victoria es el comienzo"), la música a todo volumen, y la indescriptible chaqueta de estilo vaquero de Flavio Briatore.
Pero también se notaba en otra cosa, en el brillo en los ojos del nuevo número uno del mundo, Alonso, más emocionado que en presentaciones anteriores y con un objetivo claro: "Volver a ganar el título". El asturiano aplaudía cada vez que se subía al escenario del Fórum Grimaldi, declaró tener las mismas ganas que siempre de vencer y recordó que hace sólo doce meses nadie contaba con ellos. Pero al margen de los aplausos que le dedicó Briatore, como siempre habrá que quedarse con la predicción sobre 2006 que realizó Patrick Faure, presidente de la escudería: "Por lo que hemos visto en pretemporada estamos entre los tres mejores equipos del Mundial y podemos luchar hasta el final por revalidar la doble corona".
Por allí estaba también Heikki Kovalainen, el piloto probador, al que llamaron Kimi en un error hilarante durante un momento de la sesión de fotos. Sus declaraciones estuvieron a la altura de su amigo, el finlandés volador de Espoo.
Todos ellos se pusieron firmes ante el mensaje en la pantalla gigante del presidente de Renault, Carlos Ghosn, que no aclaró en absoluto las dudas sobre el futuro de la escudería. Sólo mantuvo su filosofía de que dependerá de los éxitos conseguidos: "Nuestros objetivos para 2006 serán ofrecer un buen espectáculo, competir al más alto nivel y volver a ganar. Tan pronto como nosotros sigamos trabajando bien y sigamos en lo más alto, no habrá dudas sobre nuestro futuro en la F-1. No sabemos las condiciones en las que el Mundial se desarrollará a partir de 2008. No es una preocupación sólo para Renault, lo es para todos los que militamos en la F-1. Pero si esta competición sigue proporcionando un buen retorno a las escuderías, y, sobre todo, para el campeón, nosotros seguiremos allí. Mientras tanto, trabajaremos a tope en las sedes, de Viry y Enstone, para regresar con el trofeo en nuestras manos en 2006". Con estas palabras, el jefe de la marca bloquea la posible fuga de cerebros a otras escuderías. Podrían quedarse solos la próxima temporada. De momento, ya tenemos 'Pacto Grimaldi'. Renault y Alonso volverán a luchar juntos por ser campeones.
