Cientos de mosquitos argentinos se dejaron la vida en la cúpula de la moto de Marc Coma. El español llegó con su KTM al ralentí al campamento, a orillas del lago que domina el parque Don Tomás en Santa Rosa de la Pampa, con los insectos manchando su dorsal número dos hasta casi taparlo. El catalán merece volver a llevar el uno, porque sin duda es el mejor piloto de raids del mundo.

Ayer volvió a demostrarlo porque fue quien mejor gestionó el problema de los neumáticos. Ganó la primera etapa y es el primer líder en motos con más de 22 minutos sobre el segundo clasificado, el polaco Czachor, que se convierte en serio aspirante al podio. ¿Y el resto? ¿Dónde quedó el campeón Despres? ¿Y el aspirante Casteu? ¿Y la estrella local 'Chaleco' López? Todos quedaron anegados por la marea de fuerza de Coma y la maldición de los neumáticos. El cambio de Michelin a Pirelli está condicionando este primer Dakar fuera de África y rescatando imágenes olvidadas en el cajón de los vídeos, cuando Arcarons luchaba con Orioli con las cubiertas gastadas.

Y es que ya no era frecuente ver pinchazos en las motos del Dakar. La aparición de los irrompibles mousse de la marca francesa hicieron que los pilotos desplegasen toda su agresividad en pistas y dunas. Pero, de momento, eso es historia. Ahora ese mismo compuesto de Pirelli suele dar problemas en etapas largas y con máquinas tan potentes como la KTM 690 Rally, y es la razón de que las cámaras de aire hayan regresado. Como un elemento más de la épica del Dakar...

Ayer muchos pilotos pincharon, entre ellos el campeón Despres, que a menos de cincuenta kilómetros para el final, cuando ya había perdido tiempo con Coma, comprobó que su rueda trasera daba tumbos, pero no se arredró y continuó dando gas hasta llegar al final de la especial con la llanta casi destrozada. Acabó a más de 41 minutos de su gran rival del KTM Repsol. Algo parecido le ocurrió a Casteu, pero utilizando la otra alternativa, la de usar mousse, que tampoco resultó positiva. El galo comprobó que su neumático reventaba al comienzo de la etapa y, aunque llegó su compañero para prestarle su rueda, terminó a más de una hora del líder.

Mientras todo esto ocurría, Coma se paraba de vez en cuando para comprobar el estado de sus gomas con sus rivales desperdigados por la Pampa con el enfado en el cuerpo. El chileno López lo tiene aún peor: pinchó, volvió a pinchar y después reventó otro neumático para llegar a la meta roto por dentro, a casi una hora y media de Marc.

La etapa en motos fue rara, escapándose del guión desde el principio, pero no sucedió lo mismo en los coches. Ganó Nasser Al Attiyah, qatarí de BMW. Y Carlos Sainz fue segundo, perjudicado por el polvo que iba soltando el coche de Peterhansel, al que alcanzó, pero no pudo adelantar. Como si hubieran equivocado las pistas de la Pampa con los caminos de Marruecos, los Mitsubishi no mostraron todo su potencial. Al contrario, incluso decepcionaron, es posible que estén esperando que Atacama sea su Mauritania particular.

Luc Alphand, el primero con un coche japonés, terminó quinto a casi cinco minutos, Peterhansel igual y Nani Roma un poco más atrás. Hoy Sainz volverá a luchar por la victoria, empujado por el público argentino que ayer abarrotaba los caminos y que le tiene por un ídolo.