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Farrés otra víctima de los neumáticos

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Farrés otra víctima de los neumáticos

Farrés otra víctima de los neumáticos

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El compañero de Coma perdió todas sus opciones después de sufrir hasta cuatro pinchazos y hacer doscientos kilómetros sobre la llanta

Trastornado, con la cara completamente tiznada de negro, enfadado, con el gesto agrio, solidario, preguntando a su jefe, Jordi Arcarons, por los resultados de sus compañeros de equipo. ¿Y a Viladoms qué le pasó que estaba ahí tirado? Es la pregunta de Gerard Farrés nada más llegar al campamento de final de etapa en Santa Rosa, la capital de la Pampa. El piloto catalán del KTM Repsol acabó ayer en el puesto 206 a casi dos horas y media del ganador del día, su compañero Marc Coma, al que a partir de ahora tendrá que arropar más que nunca en la búsqueda de ese objetivo que es la victoria.

El barcelonés de Manlleu, que llegó a ser campeón de España de enduro, pasa por ser uno de los pilotos con más talento de la nueva generación y está llamado a ser, por carácter y pilotaje, el sucesor de Isidre Esteve, es decir ese segundo piloto español que puede ganar. Pero no será en esta edición. "Me pasó de todo, tío, de todo con los neumáticos, primero rompí, después pinché, uff, que mal", explicaba el piloto mientras se quitaba las protecciones que refuerzan su cuerpo como si de una coraza se tratase.

Buen comienzo.

Farrés comenzó bien la etapa y marcaba el quinto mejor tiempo en el primer control de paso, entre los mejores, en su sitio. Pero después llegó la desgracia. Farrés montaba un neumático con mousse de Pirelli que se degradó hasta reventar tras ese primer paso.

Tuvo que limpiar con esmero el neumático de la espuma que contenía su goma para poder colocar una cámara que le permitiera continuar en carrera. Lo hizo con presteza al tiempo que veía como pilotos peores que él continuaban camino con motos menos potentes, como las Yamaha 450 que no pasan de 150 km/h de velocidad punta.

Cuando terminó la operación siguió, pero poco después pinchó. Otra vez tuvo que repetir todo el proceso para cambiar la cámara de aire. Y unos cincuenta kilómetros más allá, de nuevo un alambre, de los que utilizan en esta tierra para delimitar los campos, atravesó el compuesto del fabricante italiano y volvió a pinchar.

Ya no tenía más cámaras para reponer. Llegó a meta tras hacer doscientos kilómetros sobre la llanta de la moto, a velocidad de tortuga. Por cierto, Jordi Viladoms también pinchó, aunque sólo una vez, y acabó a cuarenta minutos del ganador. Mal día para los escuderos de Coma. Al menos el caballero consiguió conquistar la Pampa.

La etapa más larga de todas

Menos mal que los pilotos están frescos, porque hoy, en el segundo día de competición, se enfrentarán a la etapa más larga de la carrera, con nada menos que 837 kilómetros. Por suerte, no parece que vaya a presentar demasiadas complicaciones, entre otras cosas porque el recorrido cronometrado es de sólo 237 kilómetros. Hay pistas rápidas y algo de navegación, además de las primeras zonas de mucha arena.

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