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Hamilton no supo cuidar sus neumáticos

Fórmula 1 | La sorpresa del GP de China

Hamilton no supo cuidar sus neumáticos

Hamilton no supo cuidar sus neumáticos

El británico no sólo rajó la rueda en Turquía y despedazó los compuestos en Shanghai, además en Monza le faltó una vuelta para sufrir un reventón. Interlagos, con sus baches y ondulaciones, será otra desafío para él

Un coche rojo en paralelo a un monoplaza gris, dos pilotos luchando por la posición, primera curva. Raikkonen no lo consigue, Hamilton conserva el puesto. Un nuevo intento del Ferrari, ahora sí, el finlandés pasa al británico. Poco después llega un monoplaza rojo y blanco. El Toyota de Trulli, que había sido doblado, adelanta al líder del Mundial. El debutante intenta después volver a coger la posición al italiano. Por detrás se acerca el coche número uno. En McLaren sabían que Hamilton tenía los neumáticos destrozados, pero temían que Alonso se pusiera por delante de su piloto preferido. Según cuenta Hamilton, en conversaciones por radio entre él y la escudería deciden no cambiar los compuestos. Al final, cuando ven que la situación es desesperada, el británico intenta llegar a boxes pero no lo consigue, en la curva de entrada pierde el control de su McLaren y se queda atrapado en la grava. Termina con las manos en la cara y el sueño del título volando hacía la incertidumbre de Interlagos, en Brasil.

Este guión, de desenlace perfecto para Alonso, por el momento, lo pudieron haber evitado en McLaren si hubieran hecho caso de las indicaciones de los técnicos de Bridgestone. La marca de neumáticos japonesa que distribuye ruedas a la Fórmula 1 desveló ayer que, dos vueltas antes de que decidieran la entrada en boxes de Hamilton, advirtieron a la escudería de Ron Dennis de la situación que estaba viviendo su piloto y del riesgo que corría si continuaba en la pista.

Parece evidente que esta vez la avaricia rompió el neumático. La causa de la excesiva degradación de las gomas de Hamilton no fue otra que la escasa capacidad del inglés para refrigerar los neumáticos pasando, de vez en cuando, por la zona mojada en vez de seguir siempre la trazada seca. Iba más deprisa, pero corría un riesgo. En la primera entrada en boxes el coche de Alonso llevaba los mismos compuestos intermedios casi intactos. Cosas de las carreras...

El líder del Mundial se enfrentará ahora al difícil desafío de Interlagos. La pista brasileña, muy bacheada, es muy exigente con los neumáticos, que sufren continuos golpes en las carcasas. Y allí podría repetirse la historia de Shanghai, con el McLaren del inglés con las ruedas en las lonas. Hamilton es demasiado duro con los compuestos, ese es uno de sus pocos defectos como piloto. Y no sólo este pasado domingo donde parece claro que el error de pilotaje y un exceso de arrojo del británico puso el resto en su salida de pista.

Si se analiza la temporada, Hamilton ya cortó un neumático y provocó su reventón en Turquía, pero estuvo a punto de sufrir la misma avería en Monza. Llegó con el neumático destrozado por los golpes en los arcenes, pero afortunadamente no le pasó nada. Allí tuvo su proverbial suerte del campeón. Como en Magny-Cours. Una vuelta más de carrera, sólo una vuelta más, y su motor, muy castigado de la anterior carrera en Silverstone, hubiera explotado. Tenía la cabeza de un pistón deteriorada.

Dentro de dos semanas, en Interlagos, la misión de Hamilton será seguir como una sombra a Alonso. Pero deberá vigilar a los Ferrari que prometen ser muy agresivos y tener en cuenta, como Fernando, al árbitro por el título, Felipe Massa.

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