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La lluvia amenaza con complicar el arranque

Motociclismo | La carrera nocturna del Mundial

La lluvia amenaza con complicar el arranque

La iluminación ya se mostró efectiva el año pasado, aunque los pilotos no saldrán a la pista si llueve, como puede ocurrir el sábado

Hay que tener muy mala suerte para que un gran premio de motos celebrado en pleno desierto se vea alterado por la lluvia... y cuando se va a disputar por la noche. Ya la padecieron recientemente los pilotos de MotoGP hace unas semanas, durante un test invernal en Qatar, y la amenaza del agua vuelve a cernirse ahora sobre el trazado de Losail, por sorprendente que parezca e inesperado que resulte para todos.

Los partes meteorológicos hablan de una tormenta de arena para el viernes y un elevado riesgo de lluvia durante la jornada del sábado, como ya ocurrió el jueves a primera hora de la noche, cuando una fuerte tormenta cayó sobre el trazado mundialista.

Si se cumplieran las previsiones, los pilotos ni siquiera saldrían a la pista porque la Dirección de Carrera tiene muy claro que no es posible rodar por la noche en condiciones de mojado, por muy eficaz que resulte el sistema de iluminación del trazado qatarí. "El problema en ese caso es que el agua depositada sobre el asfalto se refleja hacia arriba con la luz de los potentes focos y así es imposible estar encima de la moto, porque nos deslumbra y supone un riesgo importante", aseguró el australiano Casey Stoner al referirse a este inconveniente.

Lo que no ha cambiado prácticamente es la iluminación del circuito de Losail respecto al año pasado, fundamentalmente porque el primer gran premio nocturno de la historia resultó un éxito y lo que funciona tan bien, mejor no tocarlo por lo que pueda pasar.

Sólo se ha ampliado la iluminación de la zona del paddock y de las gradas para el escaso público asistente, porque sobre el asfalto continúan siendo más que suficientes el millar de postes de luz que hay alrededor del perímetro del circuito.

Y es que sigue pareciendo casi un milagro que en sólo 175 días la empresa estadounidense Musco fuera capaz de hacer realidad el sueño de Nasser Bin Khalifa Al-Attiyah, el presidente de la federación de motos de este país. Le costó caro, eso sí, unos 24 millones de euros, aunque es una minucia comparado con los 200 millones que gastaron en construir el circuito.

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