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Vuelve la guerra entre la FIA y las escuderías

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Vuelve la guerra entre la FIA y las escuderías

Vuelve la guerra entre la FIA y las escuderías

Tras acordar la anulación del límite presupuestario en 2010, la FOTA abandonó la reunión, ya que según Whiting: "Aún no están admitidos"

Mientras el cine y la literatura expanden en trilogías sus novedades para aumentar beneficios, el mundo de la F-1 va más allá. La guerra FIA-FOTA lleva infinitos capítulos. Todo comenzó de nuevo con una inocente, al menos a priori, petición por parte de la asociación de equipos para que los aficionados opinen sobre las futuras reglas de la competición.

A Max Mosley, presidente de la FIA, no le gustó y comenzó un nuevo cruce de cartas donde decía: "No se pueden modificar las normativas aprobadas y publicadas si no existe un acuerdo unánime de los equipos inscritos". Es decir, si alguno de los equipos que no forman parte de la FOTA: los tres nuevos (Campos, Manor y USGPE) más Williams y Force India, no dan su consentimiento, no habrá cambios. Y estos cinco ya habían firmado el límite presupuestario.

Cuando la guerra se recrudecía, llegó un acuerdo, aunque, como todos, con matices que aseguran más batalla. Tras una reunión ayer en Nurburgring, la FIA comunicó: "El reglamento de 2010 será el mismo que existía antes de que la FIA propusiera su intención de establecer un límite presupuestario. Seguirá existiendo una libertad total en los presupuestos, aunque ello depende de que se firme un compromiso para que en los dos próximos años se tienda a reducir los costes hasta los niveles de la década de los 90". Y añadió: "La FOTA abandonó la reunión antes de discutir la reglamentación que entrará en vigor después de 2010".

Poco después, los equipos daban su versión: "En la reunión, fuimos informados por Charlie Whiting que, contrariamente a los acuerdos, los ocho equipos FOTA aún no están admitidos en el Mundial de 2010 y no tienen derecho de voto en la reglamentación técnica y deportiva. Ante esto, solicitamos un aplazamiento, pero fue rechazado argumentando que no habrá 'Pacto de la Concordia' antes de que se apruebe de forma unánime el reglamento de 2010. En ningún momento en la reunión de París se puso como requisito la unanimidad para cambiar el reglamento. Los representantes de la FOTA no pudieron ejercer sus derechos y, por eso, no tuvieron otra opción que abandonar la reunión".

Y remataban: "Ir en contra de la voluntad del Consejo Mundial y de los detalles del acuerdo de París pone en peligro el futuro de la F-1. Nuevo lío a la vista, o mejor dicho, su continuación.

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