El empresario británico David Richards, patrón de la empresa Prodrive, ha vuelto a mostrar interés para entrar en la F1 el año que viene, tras haber renunciado a la compra de Honda a finales del año pasado por dudar de la viabilidad del proyecto, reconvertido posteriormente en Brawn GP.

Así lo ha anunciado en el sitio ''Autosport'' en Internet el propio Richards, quien considera que si la FIA impulsa nuevas condiciones para la entrada de nuevos socios en el circo de la F1, una de las opciones podría ser la suya.

"Las perspectivas que se apuntan desde la FIA son atractivas y podrían revolucionar la F1", señaló Richards, en alusión a la idea en la que trabaja el máximo organismo del motor para rebajar los presupuestos de las escuderías y marcar un límite.

El ex jefe de Subaru, y que adquirió los derechos televisivos del mundial de rallys, señaló que se siente "optimista" ante el vuelco que podría producirse en la F1, aunque se ha mostrado cauteloso hasta que el organismo dictamine con precisión cómo será dicha revolución, si es que al final se produce.

Richards aseguró que si el marco nuevo es "comercialmente viable" y "potencialmente competitivo", estaría en condiciones de "apretar el botón" para iniciar la carrera de la F1 en año que viene.

Acerca del futuro motor del equipo en el que trabaja Richards para la F1, no descartó el fabricante Cosworth, aunque también ha entablado conversaciones con otros constructores.