El Campeonato del Mundo 2009 que arranca este fin de semana en Qatar será recordado para siempre, independientemente de los resultados finales, como el del primer año de la nueva era monogoma en la categoría reina de MotoGP.

Se acabaron las excusas para los pilotos y sus escuderías a la hora de justificar sus resultados en base al rendimiento de los neumáticos, porque serán iguales para todos: los facilitados por el fabricantes japonés Bridgestone. Antes se buscaba el neumático ideal para cada moto, mientras que ahora será la puesta a punto de la moto la que se deba adaptar al neumático existente. Todo un desafío para los técnicos de los equipos, obligados a buscar el compromiso ideal entre el rendimiento de la moto y el comportamiento del neumático.

Una medida que ya se llevaba a cabo en la F-1, el Mundial de rallys o en el de Superbikes, y que en MotoGP tendrá las siguientes particularidades, que pueden marcar en buena medida en desarrollo de las competiciones.

Las obligaciones de pilotos y equipo

Los pilotos deberán usar sólo los neumáticos asignados para su uso exclusivo.

Los neumáticos serán identificados individualmente para cada piloto y no podrán ser intercambiados entre ellos, ni siquiera entre los del mismo equipo, y tampoco podrán ser cambiados por el suministrador tras su asignación, excepto con el permiso del director técnico.

Los neumáticos no podrán ser alterados de ninguna manera, como esculpirlos a mano o cualquier otro tratamiento que modifique su comportamiento, salvo que sea considerado necesario por el suministrador. En ese caso, las alteraciones sólo podrá hacerlas directamente Bridgestone y han de ser idénticas para todos. Siempre, buscando la máxima igualdad.

Cantidad disponible

Cada piloto tendrá veinte neumáticos slicks (lisos) para todo el gran premio (entrenamientos, warm up y carrera). Ocho de ellos serán delanteros (cuatro blandos, de especificación A, y cuatro duros, de especificación B) y doce serán traseros (seis blandos y seis duros).

Se dispondrá de base de un máximo de ocho neumáticos para mojado (cuatro delanteros estándar y cuatro traseros estándar) para todo el fin de semana, aunque con ciertos matices. La Dirección de Carrera puede decidir que se entregue un juego más de mojado si lo considera necesario debido a unas complicadas condiciones meteorológicas. Y si cada sesión de entrenamientos se ha llevado a cabo en mojado, se asignará automáticamente otro juego de agua a cada piloto para la carrera. Todo ello se realiza para garantizar la seguridad.

Para los entrenamientos postcarrera, un máximo de ocho slicks para toda la sesión, de los que cuatro serán delanteros (dos blandos y dos duros) y cuatro, traseros (dos blandos y dos duros). En caso de que el test sea en lluvia, un máximo de cuatro neumáticos de mojado, dos delanteros y dos traseros.

Distribución de los neumáticos

El día previo al inicio de los entrenamientos de cada gran premio, el proveedor Bridgestone facilitará al director técnico (Mike Webb) las especificaciones, cantidades y las marcas identificativas de los neumáticos que utilizarán los pilotos durante todo el fin de semana.

El director técnico y su personal asignará los neumáticos disponibles para el uso exclusivo de cada uno de los pilotos. Se hará de manera aleatoria y sin participación de ningún representante de Bridgestone, de los equipos o de los pilotos, para garantizar la imparcialidad en el reparto. No se permitirán más asignaciones de neumáticos después de las cinco de la tarde del jueves (miércoles en el GP de Holanda que se disputa el sábado).

En el caso de que un piloto deba sustituir a otro después de la asignación de los neumáticos, el nuevo heredará los del piloto al que sustituye, sin posibilidad de cambios.