La cruzada emprendida por Renault contra las evoluciones de motor que han hecho Mercedes, Ferrari y BMW desde la congelación tuvo ayer la respuesta de los equipos más grandes de la Fórmula 1. Primero Briatore denunció que algunos equipos no habían respetado esa normativa y días después Alonso le secundó afirmando que "Renault ha sido más legal que otros equipos y por eso ahora está por detrás en el propulsor. Yo estuve en otra escudería el año pasado y sé cuánto evolucionaron la mecánica, igual que otros menos nosotros".

Mario Theissen, de BMW, lo negó a 'Autosport.com': "Hemos ganado algo de prestación, pero siempre en elementos fuera del bloque y este año se ha limitado aún más el trabajo en elementos externos". Aldo Costa, director técnico de Ferrari, explica los márgenes que permite el reglamento: "El motor está 'congelado', pero se permite sustituir componentes por razones de fiabilidad o si se demuestra que es más económico y permite reducir costes. Sólo hay que pedir permiso. Y como es una información que circula entre todos los equipos, si quieren pueden negarse y conseguir que la FIA no permita estos cambios. Hay unas limitaciones y unas posibilidades claras en el reglamento".

Pero el más explícito fue el jefe técnico de Toyota, Pascal Vasselon, otra de las marcas damnificadas por la falta de desarrollo de su V8. Vasselon apoya la teoría de la conspiración de Briatore: "Desde el punto de vista de mi equipo, hemos tenido la misma aproximación que Renault: somos más legales que la norma. Se produjo una 'congelación' de los motores y nuestro propulsor fue 'congelado' en su desarrollo". El otro gigante japonés, Honda, ha sido otra de las víctimas de ir al pie del reglamento. Y el debate sigue abierto para que la FIA intente igualar las mecánicas aún más en 2009.