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"Apuesto por mi amigo Fernando"

Carlos Sainz

"Apuesto por mi amigo Fernando"

"Apuesto por mi amigo Fernando"

chema díaz

Carlos Sainz (Madrid, 1962) es bicampeón del mundo de rallys y sabe lo que es jugarse el título a una carta. Nadie mejor que él para situarnos en la piel de Alonso.

¿Qué se piensa, qué se siente en un momento como éste, Carlos, cuando el título está al alcance?

Yo lo he vivido en varias ocasiones, es la traca final. Se llega a este momento después de una temporada muy intensa, carrera tras carrera, punto arriba, punto abajo, yo te quito, tú me quitas Sabes que la competición acaba aquí, que no hay otra oportunidad. Te juegas el campeonato y eso te sitúa en un nivel de máxima tensión. Es el todo o nada y hay pocas diferencias entre los aspirantes. El que llega primero a la cita tiene una cierta tranquilidad; los demás viven de la esperanza.

El inglés Lewis Hamilton es líder. Tiene esa ventaja, claro...

La situación es muy clara. Fernando llega a Brasil con posibilidades de ser campeón cuando lo tenía todo perdido, y gracias a un fallo de su rival. Es doble campeón mundial, sabe lo que tiene que hacer en cada momento y no acostumbra a fallar. Hamilton es el caso contrario: tenía el título en la mano, todo preparado para festejarlo, incluso las camisetas del triunfo, y aquel error le obliga a no fallar de nuevo. Está mejor situado que Fernando y que Raikkonen, pero moralmente le puede afectar este volver a empezar.

¿Por quién apostaría?

Por mi amigo Fernando. Pero no olvidemos que Hamilton ha demostrado ser un piloto como la copa de un pino. ¡Ha cometido un solo error en toda la temporada!

¿Se duerme la noche antes, la de ayer para ser más precisos?

Sí se duerme. Y más cuando tienes la experiencia y el aval de dos campeonatos. Estoy seguro de que Fernando ha dormido bien. Saben quién tiene la pole, cómo saldrán, está diseñada la estrategia Queda salir y hacerlo bien. Pero cuando uno ha vivido tantas batallas, lo que precisamente espera es la carrera y salir de dudas.

Usted vivió de todo en un día como éste.

Sí, en la última prueba gané, perdí, se me rompió el coche... Son momentos únicos y puestos a escoger que quedo con el del 92, que fue un año complicado para mí. Pudimos recuperar muy al final y ganamos en la última carrera. Un año antes sucedió todo lo contrario: fuimos ganando durante toda la temporada, pero rompimos la culata en el RAC y perdimos. Luego llegó el episodio aquel del coche parado muy cerca de la meta... Las he vivido de todos los colores; desde la alegría del triunfo en el último momento a la tristeza del final con derrota.

Ganar en el último asalto debe descargar toneladas de adrenalina.

Sobre todo para la gente; el piloto preferiría que todo estuviera más claro. Pero, bueno, hablamos de deporte al más alto nivel y es muy normal que dos o tres pilotos lleguen al último asalto con posibilidades de triunfo.

Hablemos del McLaren, la escudería de Lewis Hamilton y Fernando Alonso, del cochecito de la discordia.

Es robusto y fiable. No dio problemas a lo largo de la temporada. Pero estás siempre a expensas del factor mecánico, que se la puede jugar a cualquiera y en cualquier momento.

Usted que ha vivido la trastienda de las carreras. ¿Cree que se la pueden jugar a Fernando Alonso en el Gran Premio de Brasil, donde se decide todo?

Quiero creer que no. Pero desde un ordenador es muy fácil quitar un diez, un quince por ciento de potencia. Pero, insisto, quiero pensar que no va a ocurrir, que habrá una pelea limpia y ganará el mejor.

La duda para los dos, incluso para Kimi Raikkonen, debe ser más o menos ésta: si aprieto, igual me salgo; si no aprieto, me pasan. Y eso a 300 kilómetros por hora. ¿De verdad funciona bien la cabeza encima de esa noria? Parece una cosa de locos, al menos desde fuera.

La gracia de este deporte es que gana el que más deprisa va y no comete errores. Lo saben todos y aceptan las reglas de este juego. Claro que la tensión y los nervios te pueden pasar factura, pero hablamos de grandes pilotos. Entra dentro de lo posible que cometan fallos, a 300 por hora como usted dice o entrando en boxes... Pero no es probable.

En el ránking de la tranquilidad, ¿a quién pondría el primero: Alonso, Hamilton o Raikkonen?

Fernando tiene dos títulos, gane o pierda no le va a suponer un drama. Le pondría el primero; le conozco bien y sé que saldrá tranquilo. Raikkonen irá a ganar sabiendo de antemano que si los demás no fallan, él no será campeón. No debe de excitarse más allá de lo normal en estos casos. El más presionado debe ser Hamilton, por lo que antes le decía: ha pasado de cantar victoria a verla comprometida. Para él, Interlagos iba a ser una fiesta, un paseo triunfal. Ya no

De los líos en McLaren estamos todos al cabo de la calle, sobre todo después de una temporada tan convulsa. Recuerdan los suyos en Subaru, claro.

Sí, fue algo muy similar y me duele recordarlo porque mi pugna fue con Colin McRae (recientemente fallecido en accidente de helicóptero). Al final nos hicimos buenos amigos, pero vivimos malos momentos sobre todo en 1995. La Prensa inglesa lo calentó todo en exceso. Yo era el campeón del mundo, pero el equipo era inglés... Al final de aquella temporada me fui pese a que había ayudado al equipo a desarrollar el coche campeón. Me resultaba imposible continuar.

Lo normal sería que Fernando Alonso también se marchara, que dejará la escudería McLaren.

Creo que lo tiene bastante claro. Correr así, sin confianza, sin una buena convivencia con mucha de la gente que te rodea es muy difícil. Pero habría que saber cómo está su contrato. Mi impresión es que quiere cambiar de equipo, pero no se hasta qué punto le pueden atar a McLaren los compromisos publicitarios. Patrocinadores españoles han apostado muy fuerte porque él esté en este equipo y quizá condicionen su decisión final. Por lo puramente deportivo, está claro que se hace difícil verle en esa escudería.

Hemos hablado del finlandés Kimi Raikkonen, el hombre carambola.

Él necesita justamente eso, una carambola. Tiene coche para ganar la carrera y sabe que en el equipo contrario hay mucha tensión. Saldrá a ganar y a esperar qué ocurre detrás. El problema de McLaren es que habrá lío gane quien gane. Si es Hamilton, los que están del lado de Fernando Alonso se sentirán frustrados; si gana Fernando, imagínese: todo el mundo sabe que el equipo está decantado claramente a favor del inglés.

Y un ingeniero puede ser más que tu madre o tu peor enemigo.

Lo fundamental es la climatología, eso lo marca todo. Si empiezas en seco y llueve, si es al revés En esta carrera y en todas. Por lo que sabemos no se esperan grandes cambios para esta tarde, pero el tiempo en Brasil cambia en un momento; eso hay que tenerlo muy en cuenta.

¿Si finalmente lloviera...?

Si llueve, el más inteligente gana. Y el ingeniero, como usted dice, es un gran aliado del piloto a la hora de diseñar una estrategia en una carrera y más si el suelo está mojado. Si corres en seco poco se puede cambiar. Ahí todo está en manos del piloto y de la suerte, que no falte. No sé Pienso que el campeón es siempre legítimo; hablamos de muchas carreras, de un sinfín de peripecias a lo largo de varios meses Lo que hace diferente este título de los anteriores es la situación adversa que Fernando Alonso ha vivido en su propia casa. Es extraordinario; si conquista su tercer mundial en estas circunstancias ¡uff! Sería para traérnoslo a hombros.

Desde Interlagos a la Virgen de Covadonga.

¡Por lo menos!

A usted, imagino que le habrá picado de alguna manera el veneno de la Fórmula 1, claro.

Sí, por supuesto, me encanta. El año pasado probé el R25 de Alonso. ¡Qué sensación!

¿Quién fue su ídolo en esta especialidad?

En mi época coincidí con Ayrton Senna. Fue en Montecarlo, en 1990, cuando él ganó su Mundial y yo, el mío. Era una persona muy agradable, un tipo fantástico y, desde luego, un piloto excepcional.

¿Fernando es tan complicado como algunos dicen? Yo lo traté un par de veces y me pareció un señor normal

Tiene su carácter, su manera de ver las cosas, que cada uno interpreta a su manera. A mí me cae fenomenal.

¿Oiga, y el Real Madrid?

¡Menudo cambio de dirección!

Casi de rasante

¡No me haga usted hablar!

Hablemos del juego, por lo menos.

Creo que se ha fichado bien, Schuster me gusta. Por ahí no tengo problemas. Pero no me meta en otras honduras.

Vamos, que no se ve volviendo a luchar en unas elecciones a la presidencia del Real Madrid.

La verdad es que quedé bastante decepcionado de aquella experiencia.

¿En qué, mayormente?

En la cantidad de mentiras que uno puede escuchar. Lo que más me sorprendió es que a la gente le da igual que le mientas. Inventa la más gorda que aunque no la cumplas, y es imposible que lo hagas, no pasa nada. El fútbol se me reveló como un mundo complicado y decepcionante. Yo estoy acostumbrado a cumplir lo que digo, me educaron así

Todo curte, amigo.

Puede, pero hay cosas que preferiría no haber vivido.

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