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Alonso se cita con el destino en la primera curva

Fórmula 1 | GP de Brasil (Calificación)

Alonso se cita con el destino en la primera curva

Alonso se cita con el destino en la primera curva

El bicampeón español necesita un golpe de genio en los primeros metros si quiere ser campeón. Un coche extrañamente lento le impidió terminar más allá del cuarto puesto tras Massa, Hamilton y Raikkonen

El motor? Regular. Llevo menos ala que nadie". Lejos de los micrófonos, Fernando Alonso intentaba buscar explicaciones después de los entrenamientos libres al pésimo rendimiento de su McLaren. Desde por la mañana las cosas no fueron bien. Después, en calificación las cosas no mejoraron y llegó a estar quinto después de su penúltimo intento. En el definitivo, el asturiano salió a por todas, bajó en más de medio segundo su mejor tiempo, pero no fue posible. Sólo unas milésimas le separaron de la tercera plaza en parrilla de un Kimi Raikkonen estorbado con descaro por Lewis Hamilton, segundo tras Felipe Massa.

Stefano Domenicali, director deportivo de la escudería, cifró la pérdida en tres décimas y le enseñó el vídeo a los comisarios, que le dijeron que no veían nada punible y decidieron no investigar. Así las cosas, la única opción que le queda a Fernando para estropear la fiesta preparada con el debutante inglés pasa por una salida explosiva y pasar a Raikkonen en la primera curva. Y después a Hamilton. Y a Massa Necesita una heroicidad para ser campeón.

Nadie va a sancionar al inglés haga lo que haga y el líder del Mundial se cree que todo vale si después pide disculpas, como hizo con Kimi. Lo cierto es que el finlandés perdió la línea buena de la siguiente curva después de que Lewis le hiciera dar un bandazo a la salida de boxes en su segundo intento. Dice que no le vio por la vibración de sus retrovisores y tuvo un enganchón con una prestigiosa periodista francesa a la que mostró su verdadera y engreída cara sólo por preguntarle.

Esa fue la polémica del día que se quedó en nada, igual que la investigación de los comisarios a Massa por adelantar con bandera amarilla. El brasileño fue el autor de una estruendosa pole con menos gasolina que sus adversarios. Alonso fue la cruz. Se fue como un cohete y muy enojado a ver a los ingenieros. Esas presiones de marras, ahora correctas con la presencia de un comisario en los boxes, los datos de telemetría del motor La sensación es que algo raro ha pasado. En todo el fin de semana el coche no ha funcionado y siempre ha estado detrás de Hamilton.

Da la sensación de que ha podido haber una intervención electrónica en el coche, a base de quitarle potencia. O de una manera más sutil, interviniendo en los diferenciales para que el control de tracción entre más de la cuenta y le frene lo suficiente a la salida de las curvas. Son muchas las sospechas que cruzaron la mente del asturiano... y ninguna se puede probar.

Sólo hay que ver lo lento que salía de la curva previa a la larga subida hacia meta. Ésa es la señal de un motor que acelera más despacio de la cuenta, o un monoplaza más lento en la salida de la curva de lo habitual. Si algo así ha sido tramado por la escudería, lo más normal es que lo hubieran ensayado en las pruebas libres del viernes, en las que el ovetense estuvo siempre por detrás.

Nadie se cree las seis décimas de distancia con Hamilton en los libres o el medio segundo que les separó en la calificación hasta el último intento. Ni con un motor viejo. Esperemos que hoy, como por ensalmo, el coche mejore de repente en su rendimiento. Pero, no lo olviden, Ron Dennis no puede permitir que el uno se marche a otra escudería.

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