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Sólo siete sorpresas en 24 finales agónicos

Fórmula 1 | GP de Brasil

Sólo siete sorpresas en 24 finales agónicos

Sólo siete sorpresas en 24 finales agónicos

Ferrari tiene un precedente histórico al vencer uno de sus pilotos el título gracias a una colisión en la última carrera. Fue en 1964, cuando John Surtees se convirtió en el primer campeón de dos y cuatro ruedas después de que su compañero Bandini golpeara a Graham Hill obligándole al abandono

Ferrari ganó uno de sus títulos gracias a una colisión, la de Lorenzo Bandini con Graham Hill en el GP de México 64. El malogrado piloto italiano se tocó con el inglés de BRM en la vuelta 31 al intentar pasarle. Ambos derraparon y volvieron a pista, pero el inglés tuvo que retirarse con una avería en los escapes. Tiempo después, Bandini le pidió disculpas y la respuesta del padre de Damon fue mandarle un manual de conducción. Una muestra de ironía y de un gentleman driver.

De 24 finales agónicos a lo largo de la historia, siete han tenido un resultado sorprendente. Hace 42 años, Hill llegó a esa carrera con 39 puntos y cinco de ventaja sobre John Surtees, compañero de equipo de Bandini. El trabajo de aquel sensacional piloto italiano y la fortuna fueron una auténtica conjura cósmica para que el entonces hombre de Ferrari se convirtiera en el primer campeón sobre dos y cuatro ruedas. Jim Clark heredaba la corona tras el abandono del líder del Mundial. Iba primero destacado, pero el motor de su Lotus se rompió, ¡en la última vuelta! A Surtees, perjudicado por su propulsor V8, menos potente que el doce cilindros de su compañero, sólo le servía el segundo para ganar el título. Bandini, que ocupaba esa plaza, le dejó pasar y todo terminó en un baño de gloria para Maranello. Una carrera dantesca, con sólo cuatro pilotos en meta.

De Hunt a 'Schumi'.

La F-1 depende de tantos parámetros que Alonso y Renault deben hacerlo todo bien si quieren ganar. Aunque sólo necesiten un punto. 1976 vivió el único episodio que no es equiparable con lo que pueda pasar en Interlagos. Niki Lauda llegó tres puntos por delante de James Hunt en la clasificación a la última carrera, el GP de Japón en el Monte Fuji. Disputada bajo una fuerte lluvia, la pista estaba impracticable y el austriaco, aún afectado por su gravísimo accidente en Nurburgring, se retiró por seguridad en la vuelta dos. Le entregó el título en bandeja al británico, que terminó tercero y logró los cuatro puntos que necesitaba.

Sobre la mala suerte puede decir mucho Nigel Mansell, que perdió una corona que tenía asegurada en Adelaida 86. Sufrió un reventón en una de sus largas rectas y abandonó la carrera. Williams llamó a boxes a su compañero Piquet para cambiar las ruedas por seguridad. El brasileño era el virtual campeón tras el abandono de su compañero. Eso le entregó el liderato a Prost que venció la carrera y su segundo título consecutivo.

Otra histórica fue la primera colisión de Prost con Senna en la chicane de Suzuka 89, en la penúltima carrera. Los dos compañeros de equipo enzarzados en una guerra fratricida. Ayrton recortó tiempo a su rival hasta situarse a su altura y Alain le cerró. El francés abandonó, pero Magic logró arreglar su coche y se volvió a poner líder. Sin embargo, los comisarios de la entonces FISA, presidida por el también galo Jean Marie Balestre, decidieron excluirle, ¡por saltarse la chicane!, después de ser agredido por su compañero. Un pucherazo que le dio la victoria al Profesor y del que hubo venganza en 1990. Senna echó en la primera curva de Japón al Ferrari de Prost y lo cacareó luego a los cuatro vientos. Nadie se atrevió a sancionarle tras el atraco de la temporada anterior.

Schumacher ganó su primer título en 1994 después de una colisión con Hill en Adelaida y tres años después intentó sacar de la pista a Villeneuve en Jerez. Perdió todos los puntos tras una sanción ejemplar. Fue el último episodio de las carambolas históricas y ahora no se le ve con ganas de otra.

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