Gabinete de crisis en el equipo Renault. Se sabía que podía ocurrir, pero la inmediatez de la noticia ha caído como una bomba en la marca del rombo, que ahora se enfrenta a muchas incógnitas y a enormes incertidumbres. Todo su proyecto se cimentaba en la figura de Fernando Alonso y su marcha desconfigura todos los planes inmediatos y a medio plazo. Empezando porque Carlos Ghosn siempre ha dejado bien claro que la presencia de Renault en la Fórmula 1 está condicionada a la rentabilidad y, en consecuencia, a los resultados. Y casi nadie ve a un coche azul volviendo a ganar un título mundial si no es con el asturiano a su volante...

De momento, ayer el presidente de la escudería, Patrick Faure, se quiso mostrar conciliador a pesar de reconocer su disgusto por la marcha del español: "El equipo Renault y Alonso han vivido momentos históricos. Lamento la decisión de Fernando, pero al final de la próxima temporada el habrá estado cinco años con nosotros, los nuevos desafíos son fundamentales para los deportistas y es por eso que Fernando desea dar una nueva dirección a su carrera. Estas elecciones forman parte de la Fórmula 1 y de la vida".

También aseguró que la escudería mantendrá su rendimiento durante la próxima temporada: "Nuestra prioridad por el momento es prepararnos para 2006. Queremos mantener nuestro nivel de competitividad con un programa técnico agresivo y un espíritu muy competitivo. Nuestros equipos de Enstone y Viry han probado este año que tenían la experiencia necesaria y han dado el cien por cien para poner a punto un coche que permita a Alonso y Fisichella defender la doble corona mundial de Renault. El objetivo de 2006 será el de repetir estos logros".

Quien no dio señales de vida fue Flavio Briatore. El patrón del equipo y mentor de Alonso se ha mantenido, de momento, al margen de la gran noticia, seguramente porque todavía la esté digiriendo. Su proyecto se tambalea con Fisichella como puntal y encontrar a un sustituto para el asturiano no será una labor sencilla, por no decir imposible. Su intención era continuar ligado a Alonso en sus próximos desafíos, pero en McLaren su figura no tiene lugar. Lo único que hay que desear es que el pronóstico de Faure y que esta ruptura adelantada todo un año no se convierta en una crisis durante la temporada 2006.