Durante cinco años, Michael Schumacher ha sido el gran dominador de la Fórmula 1. Esta temporada ha cedido su cetro al asturiano Fernando Alonso, pero el 'Kaiser' lejos de hundirse promete guerra para 2006: "Nos enfrentamos a un nuevo desafío, que debe llevarnos de la situación en la que estamos ahora hasta lo más alto, hasta el título, la próxima temporada".

El alemán de Ferrari piensa que la F-1 "es como la vida misma: hay momentos buenos y malos. Todo va por ciclos y por eso no debemos atemorizarnos". Michael que, en estos momentos, ocupa la cuarta posición de la clasificación general del Mundial, empatado con Juan Pablo Montoya, reconoce que siente "cierta curiosidad" por ver cómo se desenvuelven los monoplazas de la escudería de Maranello en las dos últimas carreras de la temporada: "A menudo se registran cambios notables en el rendimiento a lo largo de una misma temporada, y ahora podría repetirse. Naturalmente, sería muy bonito poder acabar bien la temporada, pero no podemos forzar las cosas. Simplemente, intentaremos hacerlo lo mejor posible en Japón y después en China".