Hola mamá. Hoy no busques en el baño la báscula que te regalé por tu cumpleaños porque me la he traído a Doha. Ya sabes que en Motegi, hace dos semanas, Toni Elías dijo que Daniel Pedrosa le había ganado por la diferencia de peso que había entre ambos. El manresano asegura que pesa 57 kilos sin ropa mientras que su rival estaba en 44. Trece kilos de diferencia. Elías no mentía en lo relativo a su peso porque ésa es la cifra que indica la báscula cuando se sube a ella. Lo que ha quedado por comprobar es el peso de Pedrosa, ya que ha renunciado a subirse a la báscula de la verdad, algo que sí han hecho sus contrincantes.
El líder de dos y medio respondió en Japón a las acusaciones de su rival de este modo: Yo peso 49 kilos completamente desnudo y no creo que Elías pese mucho más que yo. En AS mantenemos que Pedrosa gana porque es el mejor y que el reglamento le ampara, pero su renuncia a pesarse nos deja sin saber qué versión de Motegi era la correcta. ¿Los 44 que decía Elías o los 49 que aseveraba él? Dani tenía sus razones para no subirse a la báscula: Yo sé lo que peso y no pienso darle el gustazo y la satisfacción a mis rivales de verme subido en una báscula. Respetable. Porque cuando Daijiro Kato ganó el título de 250cc en 2001 pesaba 51 kilos y nadie dijo nada entonces. Además, hablar de la ganancia de su delgadez en una moto de 100 CV es como pretender prohibir jugar a los altos al baloncesto porque tienen ventaja.
Dos mediciones. Dicho esto, también es cierto que su renuncia a pesarse ha alimentado las opiniones de los principales críticos a la ausencia de un peso mínimo en el conjunto moto-piloto en 250. Este reportaje generó una expectación inusitada entre los pilotos de la categoría. Los escogidos para pesarse, primero semidesnudos y después con el mono, espaldera, botas, casco y guantes, fueron Elías, Fonsi Nieto, Sebastián Porto y Randy de Puniet. Ellos son los que más han alzado la voz en la polémica del peso y preguntaron si Pedrosa había aceptado la invitación. Cuando supieron que no, hubo más de una sonrisa maliciosa.
La diferencia entre pesarse en pantalón corto y con el traje de faena está en torno a los ocho kilos. De estos pilotos, el más lastrado en cualquier caso es Fonsi, siguiéndole Porto, De Puniet y Elías. Tomando por buenos los 49 kilos que de palabra declara Pedrosa, su peso con las herramientas de trabajo debería estar sobre los 57 kilos, los mismos que Elías en pantalón corto.
Detrás de este conflicto están los propietarios de las escuderías y directores de equipo para los que la historia de la báscula produjo opiniones enfrentadas. Aspar, jefe de Porto y Fonsi, decía: Si no tienen nada que esconder, ¿por qué no se pesa Pedrosa? Hay que ser claros y transparentes. Para mí el ejemplo son otros deportes de motor como la F-1 y los karts, en los que el peso es esencial. Daniel Amatriaín, director de la escudería de Elías, era irónico: Ya dije que alguien debería comprarse una báscula para pesarse. Aquí la han traído y no la ha querido utilizar.
Negativa.
Alberto Puig, mentor de Pedrosa, tiene una versión diametralmente opuesta: El paddock no es el lugar para hacer un juicio público sobre el peso de Pedrosa y si él no quiere pesarse me parece bien que no lo haga. Quien tiene que decidir si hay cambios en el reglamento es la MSMA, no la gente. Ya quisiera yo que Dani pesara algunos kilos más. Puede que esto lo diga Puig pensando en el asalto a MotoGP, donde a Pedrosa nadie le ayudará, salvo su marca, a hacerse con las riendas de una moto de 1.000cc.
