Cierre digno de McLaren en la última jornada de Montmeló

Dignidad. Al menos eso. No se espera menos de una escudería de leyenda como McLaren, de una multinacional de automóviles como Honda. Y eso es lo que han hecho en el último día de entrenamientos de Barcelona. En un día extraño con agua en la pista después de que el circuito derramase medio millón de litros en la pista entre ayer y hoy, Stoffel Vandoorne, el compañero del asturiano rodó con relativa normalidad, fue de los que más kilómetros completó con la pista mojada y finalmente acabó el día con 67 vueltas al trazado catalán y un tiempo a 1,7 del mejor registro que fue del Ferrari de Kimi Raikkonen.

McLaren fue de los equipos que más rodó en el comienzo de la mañana. En una jornada en la que van a probaron los neumáticos de lluvia extrema e intermedios rodar en muchos momentos a medio gas, aunque después fue soltando potencia de manera progresiva. Nada extraordinario, pero en cualquier caso sirve para ir probando cosas y tomar datos que después serán analizados por el equipo de ingenieros de McLaren con vistas a mayores logros. El belga acabó séptimo ya con la pista seca. 

Los problemas llegaron, sobre todo por la mañana, para Mercedes que no pudo rodar hasta casi el parón de la tarde cuando Bottas se puso al volante de un coche espectacular, terminó octavo con 68 vueltas y también antes de tiempo tuvieron que parar por precaución. El que no pudo rodar fue Carlos Sainz que tenía turno de cuatro a seis de la tarde, pero a pesar de cambiar el motor no pudieron tener el coche a tiempo. 

Terminó segundo Verstappen, pese a problemas con los escapes en su Red Bull, y rodó más que nadie Grosjean con el Haas, 115 vueltas. Acaba así una semana de test en los que hemos podido comprobar que Mercedes sigue dominando, Ferrari se acerca, Red Bull aún no ha desplegado las alas, Toro Rosso está en problemas y McLaren... Puntos suspensivos.

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