Si Fernando Alonso baja la euforia tal y como hizo en la pretemporada 2007 ("Lo que más me gusta del McLaren es su color"), y después luchó por el título, o en la 2006 ("Al coche aún le falta más potencia y trabajar más la aerodinámica"), y ganó el Mundial; es que el R29 está entre los mejores coches. En Barcelona, tras el ataque de Ferrari, las cosas están más parejas respecto a Jerez, donde Fernando fue el más veloz, pero sí se puede hacer caso al diagnóstico de Flavio Briatore, que ayer apareció en Montmeló por sorpresa. Según dijo él, "para tomar el sol".

Y contestó, ya en serio, a su presencia en Barcelona: "Quiero verificar en persona nuestra posición, ya no quedan demasiadas jornadas de test. Estamos haciendo un buen trabajo, vamos ganando poco a poco tiempo, somos constantes. Si no tienes patrocinadores puedes venir aquí a marcar tiempos impactantes, de otra manera te dedicas a concentrarte en la preparación del monoplaza".

A la pregunta sobre si el R29 es un coche para ser campeones respondió: "Creo que hemos trabajado bien, estamos contentos del monoplaza y del funcionamiento del KERS. Estamos contentos de la evolución del coche y aún nos queda un test importante en Jerez. Fernando está contento porque estamos ahí. Será un año difícil, porque habrá cinco o seis equipos en pocas décimas. Pero Alonso lo tendrá todo para hacerlo bien". Y habló de McLaren y Ferrari: "Yo también veo a los Toyota muy fuertes, los ex Honda van bien, pero ya veremos... Ferrari y nosotros estamos al mismo nivel, pero no sabremos la verdad hasta Australia".

Y, a continuación, criticó los difusores traseros de Toyota y Williams: "La F-1 tiene que tener las mismas reglas para todos. No puede ser que algunos lleven un difusor que nos prohíben hacer a los demás por ilegal. Hay tres equipos que no respetan el espíritu de la norma. Ya veremos si protestamos. No queremos que se repita el pasado, cuando se congelaron los motores y nos quedamos a 50 CV del resto".