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Alonso cumple cien grandes premios

Alonso cumple cien grandes premios

G. Bretaña 2003. Dos carreras seguidas rompiendo

Después de tres carreras consecutivas rozando el podio, Fernando Alonso llegó al GP de Francia. Una rotura de motor provocó su abandono. El equipo preparó mejoras para la siguiente carrera en Silverstone. El trazado británico vio un espectacular Alonso, al que tan sólo la irrupción en el asfalto de un párroco católico irlandés y una avería electrónica que le dejó sin control de tracción y sin cambio automático, impidieron luchar por el cajón. La neutralización del loco le hizo perder siete posiciones y la espectacular remontada posterior, en la que llegó a recuperar once puestos, fue cortada de raíz por los problemas en su monoplaza.

EE UU 2004. Protagonista de una salida memorable

Indianápolis vio una salida para el recuerdo. El asturiano partía noveno y la primera curva la pasaba tercero sólo por detrás de los dos Ferrari de Schumacher y Barrichello. Cinco adelantamientos primorosos (Montoya tuvo una avería y no salió) de todos los colores. Pasó de una tacada a Panis, Ralf y Raikkonen. Kimi se recuperó y Fernando se lanzó al carril izquierdo para volver a superar al finlandés y, de paso, dio cuenta de Button. Para el final dejó la guinda. Una apurada de frenada increíble y un adelantamiento por fuera a Sato. Sólo un reventón que le hizo abandonar estropeó la magia.

Hungría 2003. Alonso entra en el club de los elegidos

El 24 de agosto de 2003 se convirtió por méritos propios en una fecha referencia para el deporte en España. Fernando Alonso se imponía en una carrera de F-1. Un deporte que sonaba a triunfos alemanes, italianos o británicos pero en el que un joven asturiano de 22 años decidía convertirse en pionero en un país que a partir de entonces compartió las charlas de fútbol con cambios de ruedas, estrategias de carrera o problemas de neumáticos. Hungaroring vio, además, una carrera en la que tan sólo cinco pilotos escaparon de ser doblados por Alonso y, entre ellos, no estaban ni su compañero de equipo, Jarno Trulli, ni Michael Schumacher. Su equipo, Renault, también volvía a ganar veinte años después. Una estrategia acertada, un ritmo consistente, una concentración infalible y una mecánica robusta conformaron una carrera soñada. Tan perfecta que comenzó en la prodigiosa calificación del día anterior que le había otorgado la pole. Un fin de semana para el recuerdo de todos los aficionados y, en especial, de los que alguna vez soñaron que sucedería.

Mónaco 2004. Ralf impidió la victoria en el Principado

Alonso tenía totalmente controlada la segunda victoria de su carrera. La primera en un escenario mítico en el que inscribir tu nombre en el palmarés te coloca directamente entre los elegidos. Marchaba segundo tras su compañero Trulli, al que iba a adelantar en boxes, cuando el Hermanísimo decidió convertirse en protagonista de una carrera en la que era un mero extra. Así lo contó Fernando: "Ralf Schumacher se echó a la derecha para dejarme pasar a la entrada del túnel, redujo hasta primera y cuando le estaba rebasando, aceleró hasta quinta y me hizo salirme". El genial talento de Alonso le ha hecho ganar en Mónaco en 2006 y 2007.

Francia 2004. El 'Kaiser' modificó su táctica por él

2004 fue un año de absoluto dominio de Michael Schumacher. Doce carreras ganadas en las trece primeras disputadas dejan clara esta afirmación. Y la que perdió fue por abandono con la ayuda de Montoya. Tan sólo en una de ellas alguien le puso en un aprieto: Fernando Alonso. En Magny-Cours, el asturiano marcó la pole y en carrera demostró no temer al gran dominador. Una decisión genial de Ross Brawn permitió al piloto alemán adelantar a Fernando. Cuatro paradas en boxes por tres del resto obró el milagro. El tremendo ritmo de Alonso obligó al mago de las tácticas a improvisar.

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