El equipo McLaren Mercedes y Juan Pablo Montoya han llegado a un acuerdo para retirar al piloto colombiano de las próximas carreras del campeonato del mundo de F-1 de esta temporada. El equipo ha decidido que Pedro de la Rosa se una a Kimi Raikkonen en la parrilla de salida de la próxima carrera". Estas palabras, que encabezan un comunicado de McLaren, son la esperanza que necesitaba un piloto español al que la suerte le ha negado lo que su talento gritaba desde hace años, un volante en uno de los equipos grandes de la Fórmula 1. Desde este fin de semana, tal y como anunciamos ayer en estas mismas páginas, el catalán tendrá la que puede ser su última gran oportunidad de convertirse en un piloto puntero en la máxima categoría del automovilismo. De la Rosa correrá en Magny-Cours sustituyendo a un Juan Pablo Montoya que se ha hartado de luchar en la F-1 y regresa a Estados Unidos, donde le tratan como a un ídolo. Son las cosas que tienen los deportistas geniales cuando no consiguen los éxitos que desean.
El barcelonés era feliz ayer tras comprobar que se confirmaba la noticia: "Estoy, por supuesto, muy emocionado de tener esta oportunidad de competir con el MP4/21, un coche en el que me siento muy cómodo". Pedro se enfrenta, en su retorno a la competición después de su última carrera en Bahrain el pasado año, al inconveniente de la falta de ritmo tras estar inactivo, pero también cuenta con una ventaja sobre cualquier otro piloto que hubiera podido optar a ese puesto, su excepcional conocimiento del monoplaza que pilotará: "Conozco el MP4/21 mejor que nadie y estoy seguro de que puedo conseguir puntos muy importantes para el equipo en el campeonato del mundo". Pedro analizará más en profundidad está oportunidad el próximo jueves ya en el circuito.
El español, el segundo en la categoría junto a Fernando Alonso, tendrá la responsabilidad de sustituir a todo un ganador de siete carreras como el colombiano. Montoya, pese a todos los problemas, fue elogiado por Ron Dennis, director de la escudería: "Juan Pablo es un buen piloto y tiene un carácter agradable, por lo que estoy seguro de que tendrá una fantástica transición a la NASCAR. Hemos acordado que lo mejor es que se tome un tiempo para preparar su futuro".
Montoya dejó claro que ya sólo piensa en las carreras estadounidenses: "Creo que será un cambio duro, pero estoy emocionado por la oportunidad de la NASCAR. He disfrutado gran parte del tiempo que he estado en la Fórmula 1 y me alegro por esta oportunidad para serenar mi vida personal y concentrarme en mi futura carrera". Pasó el tiempo del Kevin Schwantz de los coches en la F-1, y ahora llega De la Rosa, un piloto técnico y fino que, a sus 35 años, quiere y puede aprovechar la nueva oportunidad que le ofrecen los caprichos del destino.
