Las mariposas se acumulan en el estómago. Sólo quedan cinco carreras para que finalice este escenario de los sueños en el que se ha convertido el Mundial 2005 de Fórmula 1. Después de catorce pruebas, desde los aficionados hasta el propio Alonso, todos anhelan el primer título del español en la historia. Con la épica de buscarlo sin tener el coche más rápido. Repeliendo con la fiabilidad como escudo los ataques de un gigante, McLaren, manejado por un excelente piloto, Kimi Raikkonen. Este fin de semana, en Monza, más madera. Las flechas de plata llevarán una evolución de motor que probaron con éxito la semana pasada en la misma pista donde se disputará el GP de Italia. La mejora les permitirá llevar durante más vueltas a fondo su potentísimo motor Mercedes. Es decir, les proporcionará fiabilidad y prestaciones a partes iguales.
Durante los últimos tests, en la escudería germanobritánica creen haber ahuyentado los problemas de roturas en sus motores, tal y como comenta Norbert Haug, responsable de Mercedes: "Hemos sido veloces y sin averías con un propulsor durante más de 1.200 kilómetros". Dicen que esa mecánica es la más poderosa del Mundial, pero lo cierto es que el RS25 que equipa el coche de Alonso está cerca. El mayor déficit del coche del asturiano respecto al MP4/20 es aerodinámico. Eso le hace padecer en curvas enlazadas y en virajes de altísima velocidad, algo que, salvo la parabólica, no existe en el trazado italiano. Por eso hay que esperar más guerra desde el bando azul, pese a que el asturiano no estrenará ninguna evolución de potencia en su motor. La fiabilidad manda.
Con este panorama, no extraña el optimismo de Raikkonen, que necesita vencer a toda costa para recortar los 24 puntos que le lleva Alonso: "Mi coche lo tiene todo para ganar, y yo no me voy a rendir en la lucha por el título, así que cualquier cosa puede suceder de aquí a final de año en el Mundial de pilotos y de constructores. Todo está abierto para nosotros. Después de los tests de Monza, nuestro monoplaza sigue siendo fuerte y rápido, a pesar de ser una pista de baja carga aerodinámica".
La búsqueda de velocidad a toda costa y la menor carga que necesitan ha llevado a McLaren a quitar para Monza de su MP4/20 los enormes cuernos, su mayor seña de identidad. Será la única carrera de lo que queda de año en la que no los llevarán. Y sin ellos, han batido dos récords, el de la pista, y el de velocidad punta, a 372,2 km/h. Puede que al final pierdan, pero dan miedo.
