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Estoy aquí y no es un sueño

Yo digo | Manuel Franco

Estoy aquí y no es un sueño

Estoy aquí y no es un sueño

Decía un reportero de guerra amigo mío que no se es periodista hasta que no se pasa el año nuevo fuera de casa. La veracidad de esta máxima es discutible, pero lo cierto es que siento que estoy cruzando el Rubicón de mi carrera profesional. Este año la Nochevieja fue distinta y no hubo comida familiar, aunque la mañana fue de una princesa. Por primera vez me cortaron el pelo como si me fuera a una mili que no existe y a todo el mundo conté que me iba al Dakar. Todos prometieron leerme. Como sea verdad, el diario va a subir mucho en ventas. Desde que, con nueve años, decidí que quería ser periodista he cubierto muchas veces el Dakar. Decenas de veces he imaginado el desierto, las dunas y el olor del Lago Rosa, en diversas ocasiones he visto vehículos atrapados, me he encontrado con espejismos y he regalado mi amistad a seres de otro mundo, de otra civilización. Ahora el mundo de los sueños se ha pasado al universo de la realidad. El año nuevo me ha traído un Dakar de regalo, y un viaje en avión desde mi Madrid a la tierra de la Alhambra, y la amistad de la gente de prensa de Mitsubishi en el aeropuerto y la solidaridad de un compañero fotógrafo de nombre impronunciable, la acreditación y todo el mundo hablando en francés y la gente de Granada amando el Dakar. Ahora sí, el maestro Alfonso Rojo me consideraría periodista, aunque yo creo que aún debo demostrarlo. Ahora sí, ahora es verdad y esto no es un sueño, ya estoy aquí dispuesto a contarles historias verdaderas de lo que suceda en estas partes del mundo, ahora ya estoy en el Dakar y empiezo a echarte de menos.

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