Dieciséis años después de aquella mítica especial del 26 de diciembre de 1988, Barcelona, concretamente Castelldefels, recreó en sus playas las dunas y las arenas del desierto africano. Para muchos podía ser un paseo pero los organizadores convirtieron los seis kilómetros de la especial en una prueba de fuego para los participantes.

230 motos, 164 coches y 69 camiones compitieron apenas cinco minutos sobre el trazado, pero no fue el paseo que muchos esperaban. David Fretigne (Yamaha) se impuso por sólo ocho segundos a uno de los grandes favoritos como es Cyril Despres (KTM), el hombre que lleva el dorsal número dos en honor al malogrado Richard Sainct, ya que ningún piloto luce el número uno.

Fue una dura batalla en la que se vio de todo. Desde caídas espectaculares hasta actos de compañerismo como los KTM Isidre Esteve y Marc Coma, ayudando a Giovanni Sala bloqueado en la arena por la rotura de su embrague. Esto les impidió no estar entre los diez primeros pero dieron una gran imagen de equipo.

En coches se produjo la primera victoria de un americano en el Dakar, Robbie Gordon (Wolkswagen Touareg) frente a un veterano como Masuoka (Mitsubishi), por apenas dos segundos. Josep María Servía (Schlesser) fue el primer español a 17 segundos del ganador y Nani Roma (Mitsubishi) fue 23º después de una espectacular clavada en la arena al salir de una duna. Aún así pudo recuperarse y habría terminado mejor de no ser por la antideportiva obstrucción de un rival.

El tramo más valorado de todos

La organización del Barcelona-Dakar calificó ayer a la especial de Castelldefels (con Coma en la imagen superior) como la mejor de la historia de la prueba. Los pilotos (sobre estas líneas) aprovecharon el último día del año para celebrar su particular Nochevieja.

J.M. Serviá

Llevo el coche de hace dos años, menos potente que el de Jean Louis Schlesser, pero muy fiable. Ha respondido muy bien hasta ahora y creo que vamos muy bien preparados para afrontar las complicaciones que salgan. Me preocupa no tener el inflado automático porque habrá más pinchazos".

Despres

Esta edición del Dakar es muy especial para mí. Quiero ganar para brindarle la victoria a mi amigo Richard Sainct. Noto como si estuviese detrás de mí en la moto y parece como si esto me diera alas. Creo que será una edición muy dura y competida, como ya hemos visto en la especial".