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MOTOGP | 2ª PARTE

Lorenzo: "Tengo curiosidad por verme con la Ducati"

El campeón también tuvo tiempo de hablar con AS sobre el futuro en el cursillo de Pont Grup Safety School en el circuito de Ascari, en Ronda.

RondaActualizado a
Lorenzo: "Tengo curiosidad por verme con la Ducati"
AStv

He aquí la segunda parte de la entrevista con Jorge Lorenzo durante un descanso en el cursillo de conducción de Pont Grup Safety School, en el bonito y particular circuito Ascari de Ronda, en Málaga. Es el momento de hablar del futuro, del impresionante desafío que le aguarda el destino como piloto Ducati, de Gabarrini como posible jefe de mecánicos, de Biaggi o Stoner como fichajes para el papel de coach y pellizco para los que creemos que Rossi es el mejor piloto de la historia.

—Durante el cursillo Pont Grup Safety School se le ha preguntado si su estilo se adaptará a la Ducati. La gente está como loca por verle sobre ella...

—Entiendo que haya bastante curiosidad por mucha gente que sigue MotoGP y por mi parte también la hay, pero soy muy de vivir el presente y de no pensar mucho en lo que voy a hacer en el futuro. Cuando termine la carrera de Valencia, el lunes ya pensaré sólo en mi próximo reto y en 2017, pero ahora sólo pienso en este campeonato.

—¿De verdad que no se le va la cabeza a veces al 2017?

—Sí y es normal que en algún momento piense en el futuro.

—Cuente qué se le pasa por la cabeza en esos casos.

—(Se ríe). Tengo curiosidad porque siempre he estado en Yamaha desde que llegué a MotoGP, con 20 años, desde 2008. Muchos años. Todos los pilotos, independientemente de que yo quisiera retirarme en Yamaha, siempre tenemos curiosidad por probar otras motos. Es normal y algo natural. La Ducati es una moto que ha mejorado mucho, sobre todo con la llegada de Dall’Igna (el responsable técnico). Como dije cuando se anunció mi fichaje, sin la figura de Dall’Igna quizá no hubiera dado el salto de cambiar de marca, porque él me da confianza como ingeniero. Va a hacer las cosas muy bien. Va a organizar muy bien la fábrica y va a mejorar la moto año tras año. Desde fuera parece que es una moto con la que no sólo un piloto puede llegar a ir rápido, como pasó con Stoner. Ahora hay cada vez más pilotos que pueden ir rápido con ella, lo que quiere decir que es más sencilla, más entendible y más competitiva. Por circunstancias, Iannone y Dovizioso no consiguen victorias y regularidad, pero es cuestión de tiempo.

—Ahora que lo menciona, ¿cree que Iannone ha aprendido la lección tras su sanción?

—No lo sé. No depende de mí, pero quiero pensar que sí. Tuvo el detalle, después de lo que pasó en Montmeló, de venir a mi motorhome y hablamos bastante. Me pidió perdón y dijo que entendía mi enfado y que intentaría que no volviese a suceder. Espero que así sea. Lo ideal es que los pilotos entendiesen sus errores sin necesidad de recibir sanción, pero a veces una sanción fuerte es lo que te hace realmente cambiar y replantearte ciertas cosas.

—El año que viene se subirá a su Ducati, pero será ya una Ducati sin alas, algo que no gusta en la fábrica, donde dicen que quitarlas en aras de la seguridad es una ridícula excusa y que lo hacen porque Ducati va un paso por delante en aerodinámica. ¿Hubiera preferido que permanecieran?

—Todo el mundo defiende su punto de vista. Ducati empezó antes que las demás con las alas, tiene más experiencia y ha investigado más esta ayuda. En mi opinión, no sólo mejoran el rendimiento y la velocidad sino también la seguridad de tener la rueda delantera en el suelo, importante sobre todo cuando hace viento. Ducati iba muy avanzada, Yamaha siguió esos pasos con unas alas que dan bastante ayuda y Honda sufría más. No sé si Honda ha influido mucho en esa decisión y, si fuera por seguridad al cien por cien, se hubiesen quitado ya. Se podían haber cambiado los materiales o la forma de ponerlas para que se desprendieran más fácilmente. Pero no hay que darle más vueltas a esto.

—¿Ganar el título con Ducati le convertiría en uno de los más grandes de la historia o ya lo es incluso sin él?

—No me gusta hablar de eso. Son cosas que tienen que decidir los periodistas, los aficionados o la gente que se dedica a mirar las estadísticas y estas cosas.

—¿Le daría especial satisfacción por lo menos el poder pasarle un título por la cara con Ducati a Rossi? Él no lo consiguió y está considerado el más grande de la historia por muchos, entre los que me incluyo.

—Es difícil decir quién ha sido el más grande de la historia. Puedes ser un piloto técnicamente buenísimo, rapidísimo y súper completo, pero no tener una buena moto o tener rivales en la época que te toca correr muy, muy buenos, que te vayan quitando títulos.

—En ese sentido, la generación con la que se ha pegado usted... Márquez, Stoner, Rossi, Pedrosa.

—Si eres un piloto bueno o muy bueno, pero además tienes la mejor moto y tus rivales en esa época no son muy buenos, te hartas a ganar títulos. Así puedes ganar cinco, siete u ocho seguidos.

—Los títulos hay que ganarlos contra los que toca.

—Es como en el fútbol, un jugador que no sea un Messi o un Cristiano, pero da la casualidad de que gana una Eurocopa o Mundial y la Champions, le pueden dar el Balón de Oro, aunque no sea técnicamente el mejor, por resultados.

—¿Se lleva a Christian Gabarrini al box Ducati como jefe de mecánicos, el que fue campeón con Stoner?

—Es una posibilidad que se está barajando, pero no hay nada confirmado.

—¿Qué le podría aportar?

—(Se ríe). Me hace hablar para que se confirme...

—Hable en plan hipótesis.

—Si tenemos que hablar de Christian, es un jefe de mecánicos que ya ha sido campeón del mundo. Casey fue el que le dio al gas, pero esa moto tenía que ir bien para ser campeona. Todos ganan y Christian fue campeón con Ducati, también conoce Honda, y sobre todo conoce la fábrica. Tiene experiencia a pesar de que es joven y está bien visto por Ducati. Hay varias posibilidades y él es una de ellas. Pronto se decidirá.

—Y el asunto del ‘coach’, que ahora se ha puesto muy de moda con Rossi y Cadalora.

—La palabra coach sí que viene de Rossi y Cadalora, seguramente por la gorra que lleva.

—¿Le pondrá una gorra con la palabra coach al suyo?

—(Se ríe). No. Es una figura que a mí no me viene sólo de Zeelenberg en Yamaha sino también con Debón, en dos y medio desde 2006. Además, él corría en algunas carreras y en Valencia 2006 me vino muy bien.

—¿Será ese coach Biaggi o Stoner? Sé que se ha interesado por los dos.

—Igual que con Christian, son posibilidades en ese apartado.

—No podía tantear a dos más enemigos de Rossi que ellos.

—No lo haría por eso, pues ya tuve a Debón en 250, por idea de Amatriaín, y a Zeelenberg fue de Yamaha. Ahora sería más una figura que, sin ser algo que no puedes vivir sin ella, puede venir bien. Ahora barajo estas posibilidades.

—¿Y la posibilidad de ambos o que se vayan alternando?

—No. Uno u otro.