Golpe de mano de Barreda: es líder y le mete 12:32 a Coma

San Juan Barreda. O lo que resulta más informativo: Joan Barreda gana la etapa con final en San Juan. Y, de postre, se sitúa líder, lo que significa que comienza a dibujar el Dakar que todos augurábamos desde hace meses, ese que apunta a que se jugará el título contra Marc Coma, defensor del título. Eso sí, al piloto de Avià se le atragantó el final de etapa más de lo previsto, con un problema en el mousse trasero de su KTM. La espuma que da presión al neumático no aguantó el esfuerzo de una jornada tan exigente. El Bib-mousse también fue presa del inmenso Dakar... 

Lo de Barreda es lo esperado, su crecer en el Dakar así lo dice, que debe disputarle de tú a tú el título a Coma, pero hay quien cree que Marc sigue haciendo gala de una regularidad de la que carece Joan. Pero los doce minutos (12:03 exactamente) por los que ahora le aventaja en la general, cuando apenas se han disputado dos etapas de ese inmenso Everest que desde 2009 se levanta en los Andes, blindan la candidatura de Barreda al triunfo final.

El torreblanquino se impuso en la especial más larga de todo el raid (518 kilómetros), en lo que suponía un adelanto del menú que espera a los pilotos en la prueba. En un contraste de texturas, a lo Adrià, el trayecto de Villa Carlos Paz a San Juan ofrecía terreno duro, polvoriento y arenoso. El de Honda firmó un tiempo de 5h 46:06, 6:13 mejor que el de Paulo Gonçalves y 9:16 que el de Ruben Faria, guardia portuguesa para Joan. “Ha sido un infierno, los últimos kilómetros una tortura. Ya veníamos muy cansados y había que mantener la concentración. Sorteamos dos situaciones comprometidas, un punto de navegación y el final con un neumático totalmente descompuesto. Ha sido una etapa extrema, de descalificación. En los primeros kilómetros, Sam (Sunderland) salió muy fuerte pero nosotros mantuvimos la calma. Al final pudimos llegar delante”, decía Barreda.

Dice bien: Sam salía muy fuerte, lo hacía en cabeza tras su victoria de etapa del domingo, pero el terreno se le indigestó al británico, hasta el punto de perder en diez kilómetros el rumbo adecuado, lo que le acarreó ceder dos horas y 25 minutos. Es decir, tocado... y hundido.

Visto lo visto, podríamos decir que el peaje que Coma pagó en la etapa no fue excesivo. Los 12:32 no suponen una patada en la espinilla como para cojear de aquí a Buenos Aires. “En los últimos 60 kilómetros, el ‘mousse’ se ha desintegrado. Un poco antes, en el último CP, ya sabía que estaba sufriendo. He tenido que bajar mucho el ritmo. En los últimos 60 kilómetros no he podido superar los 60 km/h. Pensaba que me quedaba en el desierto. Haber llegado al final ya es toda una victoria”, se consolaba Coma, sexto en la general, dos puestos por detrás de su compañero en KTM Jordi Viladoms, brillante cuarto ayer (a 9:20 del vencedor).

Un poco más atrás, las Yamaha de Joan Pedrero y Marc Guasch eran 10ª y 27ª, escoltando a la reina del Dakar, la de siempre, Laia Sanz, 16ª de nuevo en una etapa que el propio Barreda calificó de infierno. O de tortura. Da igual, la barcelonesa hace ya tiempo que logra que esos diablos y tridentes nos parezcan peluches.