En esta carrera repleta de sensaciones, la de ayer en Atar era el alivio. La jornada de descanso sirvió para que los pilotos tuvieran un día en el que reponerse... o para llegar por fin a la meta. Hay dos grupos entre los españoles: los que pueden ganar la carrera y los que ganarían con llegar a Dakar.

Entre los favoritos, los motoristas Isidre Esteve y Marc Coma han llegado a la mitad de la prueba con sus posibilidades de victoria intactas. El primero comenzó el raid titubeante, quizá con un exceso de responsabilidad como heredero natural de Nani Roma, pero en la etapa que llegó a Atar logró el triunfo del día y empieza a ver las cosas con mayor optimismo, desde esa perspectiva que debe permitirle lanzar su ataque definitivo en los próximos días, quizá ya en la selectiva etapa de hoy. En cuanto a Coma, incluso ha estado dos jornadas como líder provisional y ahora es tercero a 2:50 de Frabrizio Meoni. El italiano ha recuperado la primera posición después de que ayer la organización decidiese cambiar su penalización (la que le pusieron, junto a otros pilotos, por saltarse puntos GPS) de diez minutos por una de dos. A Isidre Esteve también se la han bajado, de cinco a un minuto. De este modo, el ilerdense marcha quinto a poco más de ocho minutos de la cabeza.

A continuación están aquéllos que sufren aún más que estos dos genios. Víctor Rivera, un silencioso zaragozano que se está haciendo famoso por su peculiar forma de entender la competición, es el mejor de la otra carrera entre los españoles, en puesto 38. Tuvo un accidente en la etapa que llegó a Tichit y le duelen todos los huesos, pero mejora. Antonio Ramos, Iscla, Puertas y otros luchadores siguen en la ruta. Amparo Auxina, la única española que todavía queda en carrera, llegó ayer por la tarde después de estar más de cincuenta horas encima de la moto.

Roma no se rinde.

Quien está sorprendiendo por su excelente rendimiento en coches es Nani Roma. El campeón de motos es octavo, con mucho tiempo perdido respecto a Stephane Peterhansel, pero con posibilidades de ascender a puestos superiores. El podio aún es un sueño posible para el catalán.

El sexagenario Salvador Serviá está demostrando su sabiduría en el desierto y es el segundo mejor español en la clasificación, en una meritoria undécima plaza que le acerca a ese objetivo de acabar entre los diez mejores con un coche privado. Ambición compartida por Monterde, aunque el castellonense lo tiene ahora un poco más difícil tras su vuelco del sábado.

Las ilusiones que se esfumaron fueron las de las hermanas García. Su vetusto Mitsubishi no aguantó y rompió el eje delantero. Beatriz y Julia pudieron salir del desierto en un helicóptero de la organización y ayer estaban en Atar para después ir hasta Bamako y regresar a casa desde Dakar. Lo que sí aseguran es que nunca llamaron al 112, como cuentan algunas leyendas, historias de una aventura única.

Pronósticos: Tres días que serán decisivos Así lo cree Marc Coma, el español mejor clasificado en motos: "Ahora vienen dos o tres días muy duros, en los que se puede producir una nueva criba. Creo que será en ellos en los que se decidirá la carrera. Lo que queda es todavía mucho peor".