Sin prisas pero sin pausas. Así parece haberse planteado Nani Roma su ataque al liderato de motocicletas de este Arras-Madrid-Dakar. Una estrategia acertada que le acerca, día a día, al objetivo prioritario de ganar la gran prueba africana. El catalán sabe bien, quizá mejor que nadie, que las precipitaciones no son buenas cuando se trata vencer a ese imponente enemigo que es el desierto, y por eso ha apostado por renunciar a la gloria efímera de las victorias de etapa para presentar su candidatura al triunfo absoluto en la capital de Senegal.

Así, ayer el más rápido sobre los 520 kilómetros de especial entre Tidjikja y Tichit (Mauritania) fue el surafricano Alfie Cox, pero a su rueda, siempre atento, acabó Nani. El de Vic tardó 40 segundos más que el vencedor, aunque lo importante es que superó en 26 al líder Fabrizio Meoni. De este modo, la diferencia entre los dos primeros clasificados es de justo un minuto, un tiempo exiguo cuando tanto y tan difícil es aún lo que queda hasta llegar a la meta final en Dakar.

En coches no hubo grandes cambios. Los Mitsubishi siguen marcando la pauta y el triunfo del día fue para el francés Fontenay, por delante de sus compañeros la alemana Kleinschmidt y el japonés Masuoka, que se mantiene al frente de la clasificación general de la categoría.