La sonrisa de Ricciardo, un arma contra el suicidio y la depresión
Daniel colabora como embajador de la salud mental con una fundación creada por una amiga a la que ayudó tras intentar suicidarse.
La vemos en cada gran premio, casi en cada momento. Rara vez se esconde cuando le enfocan las cámaras y le ponen un micrófono delante, y la luce en su máximo esplendor cuando sube al podio, sobre todo si lo hace en su peldaño más alto. Hablamos de la sonrisa de Ricciardo, uno de sus sellos más característicos que siempre está dispuesta a iluminar a quien la contempla, también lejos de la Fórmula 1… Y es que el australiano quiere ayudar a otros, a los que más lo necesitan, contagiándoles su buen ánimo.
Daniel colabora desde hace unos meses con El Ninja Interior, una asociación que trabaja con la salud mental y combate la depresión y el suicidio, y que ha sido creada por una amiga a quien ayudó a superar un intento de suicidio. "Ha sido uno de mis grandes apoyos. Hemos sido amigos toda la vida... Es uno de mis grandes compañeros y tengo mucha suerte de que me ayudara", cuenta Stefani Caminiti. "Tengo amigos que han pasado por cosas así, por lo que estoy tratando de poner mi pequeña parte si puedo y ayudar", asegura Ricciardo.
Antes de afrontar una nueva temporada en la que aspira a convertirse en una amenaza para Mercedes, el piloto de Red Bull muestra su lado más solidario en el diario australiano 'Herald Sun', donde cuenta lo involucrado que está con este tema: "Para ser honesto, es algo que me parece bastante nuevo en términos de mi comprensión de todo. Sólo en los últimos seis meses o más puedo decir que abrí mis ojos sobre ello un poco más. No es algo de lo que mucha gente habla, pero sucede y es un gran problema para mucha gente".
"Es una gran lucha superar algo así y estamos tratando de decir a los que tengan problemas de este tipo que salgan, lo aborden y no dejen que las cosas se acumulen durante demasiado tiempo y conviertan un pequeño problema en uno grande", aconseja el piloto australiano, que quiere utilizar su fama por una buena causa, la de la fundación que aquella amiga de su infancia que pasó por un mal momento creó en Perth para evitar que otros pasen por lo mismo. Su sonrisa vale para destacar en el asfalto y para servir de embajador de la salud mental.