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FÓRMULA 1 | GP DE CHINA

Hamilton vuelve a ganar y Alonso finaliza duodécimo

El inglés, primero por delante de Rosberg y Vettel, mientras que Carlos Sainz fue 13º (tras sanción a Button) y Roberto Merhi, decimosexto.

ShanghaiActualizado a
Lewis Hamilton celebra su triunfo en China.
ALY SONGREUTERS

Quizá sonrió, como los malos de las películas a carcajadas y recordó los momentos, esos en los que aparecía con la cara desencajada mientras el otro piloto de rojo era felicitado por sus mecánicos tras llevar el coche donde no se podía. Pensó en la manera en que ese hombre que tenía delante le había quitado el título de 2005 que consideraba suyo, en cómo le había sacado de Ferrari para mandarle al destierro, en el año pasado y el duelo más desigual entre campeones que se recuerda… La cosa es que la vida da muchas vueltas. Y Kimi Raikkonen, en el momento de doblar a Fernando Alonso descargó todo lo que lleva dentro. Y más. “Quitad ese McLaren de mi camino”, dijo el finlandés. Y el español se apartó. Era la vuelta 45 del GP de China en el que finalmente el asturiano terminó duodécimo y el talentoso Iceman acabó cuarto. Hace un año, con el idéntico monoplaza Fernando fue tercero con Kimi octavo a 53 segundos del samurai astur. Alonso no volvería a pisar el cajón hasta Hungría. Raikkonen no logró ningún podio. Pero ayer dobló a su rival. Sí. Así están las cosas. Así es la vida.

Y es que todo puede cambiar en la F-1. Pero no para Hamilton. No en China. El campeón volvió a ganar, segunda victoria consecutiva en Shanghai, circuito en el que ya ha ganado cuatro veces Y segunda del año tras el espejismo de Ferrari y Vettel en Sepang. El campeón del mundo partía desde la pole y no vio peligrar su victoria en ningún momento. O casi. Porque a mitad de carrera, de repente era el más lento de los cuatro de cabeza y los Ferrari de Vettel y Raikkonen rodaban más rápido que los dos Ferrari. Estaba en 1:43.8. Entonces recibió un mensaje por radio. “Lewis o haces 43.3 o llamamos antes a Rosbert a cambiar neumáticos”.

Es decir la daban al alemán la estrategia ganadora. Dos vueltas después hacía 1:43.0. A la siguiente un tiempo increíble de 1:42.2. Increíble. Talento puro. Ya tenía la victoria. En el cajón le acompañaron su compañero Nico Rosberg y Sebastian Vettel. Al tetracampeón le vino muy bien el coche de seguridad a dos vueltas del final cuanto tenía a su vecino de box finlandés apenas a seis décimas para conservar el tercer puesto. Tercer podio para él en sus tres primeras carreras con los de Maranello, un gran comienzo de año. Sin duda. Ya lleva más podios que Ferrari en todo el año pasado. El coche ha mejorado mucho, la presencia del alemán también aporta y la Scuderia está en un momento de gloria tras una temporada pasada decepcionante. Pero, de momento, están por detrás de Mercedes.

Y es que el equipo de la estrella sigue siendo el gran dominador del campeonato apoyando también por la brillantez de Hamilton. Antes de subir al podio Nico apenas miraba a su compañero y movía los brazos intentando explicar que poco más pudo hacer. Salió segundo y segundo acabó. A su lado Hamilton hacía malabarismos con las botellas de agua mientras Alex Molina el tipo de Ecclestone que siempre está en la ceremonia de entrega se colocaba la corbata. Lo normal.

Lo que no es normal es ver a Alonso luchando por las últimas posiciones y aunque tuvo un rato de espectáculo con Button y Maldonado se hace difícil tener al español en esos puestos. Y doblado. Su objetivo era acabar. Y terminó su primera carrera en esta nueva aventura con McLaren-Honda. A partir de aquí sólo queda crecer. Fernando hizo una buena salida adelantando dos puestos, empezaba decimoctavo y cruzó la línea de meta duodécimo, por delante de Button. Un suficiente-necesita mejorar.

Los dos McLaren por delante de Carlos Sainz (aunque finalmente adelantaría al de Button tras la sanción al británico por su toque con Maldonado). El madrileño cometió un error de pilotaje en las primeras vueltas en batalla con Checo Pérez y después su coche se rompió, caja de cambios, parecía que iba a abandonar, pero finalmente no lo hizo, aunque su Toro Rosso estaba dañado. Quien no acabó a pesar de hacer una gran carrera fue su compañero Max Verstappen, su coche echaba humo a dos vueltas del final. Y Roberto Merhi, último, pero acabó su segunda carrera. Así son las cosas. Así es la vida. Hamilton sigue feliz, en lo más alto. Alonso intenta escapar poco a poco del subsuelo. Vendrán tiempos mejores. Vendrán…