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DAKAR 2014 | El ganador de motos visitó AS

Marc Coma: "Llegué a pensar que no iba a poder acabar"

El campeón ha visitado la Redacción de AS, donde confirmó su compromiso con KTM y habló de su posible paso a los coches: "Me gusta, pero es a más largo plazo".

MadridActualizado a
Marc Coma: "Llegué a pensar que no iba a poder acabar"

La última vez que Marc Coma visitó la Redacción de AS hablamos de barro. De aquella ayudita a Despres, de aquel mal trago. Ahora el agua es clara. El piloto de Avià acaba de ganar el Dakar, el cuarto en un palmarés que siempre acelera, y con ello parece decir que tiene cuerda para rato: “Estoy en un momento dulce. He ganado el Dakar, con todo lo que eso supone, y hay que tener en cuenta que al año pasado, sin ir más lejos, no pude estar, que mi hombro no funcionaba. Disfruto en moto, entrenando, todavía me veo con fuerzas. Para ganar un Dakar se deben juntar muchas cosas, soy consciente de que volver a ganarlo cada vez será más difícil. Pero los retos no me dan miedo. No tengo reparo en ponerme el mono para trabajar duro, luchar, enfrentarme a Barreda, que tiene diez años menos. Me veo con fuerzas e ilusión”. Poco más que decir.

El brillo de este nuevo título está precisamente ahí, en el hecho de que hace un año a Marc no le quedó otra que seguir la carrera desde un plató de televisión. “Le doy mucho valor a esta victoria, hace un año estaba de comentarista, con un brazo medio colgando y al año siguiente vuelvo a ganar. Eso quiere decir que hay mucho trabajo detrás, que la gente que está alrededor de mí es la correcta. Nadal me llamó la atención por su forma de volver y recuperarse: tenía la rodilla destrozada, se lo ‘curra’ y es capaz de volver al mismo nivel que antes, incluso mejor. Él y los deportistas que nunca se rinden siempre inspiran, aunque lleven muchos años. A los viejos rockeros cada vez los admiro más”, comenta Marc.

Él no es viejo (Avià, Barcelona, 7-10-1976), ¿ni rockero?, lo único que sabemos es que junto a Despres conforma ese tándem que todos quieren derribar. Pero siguen en lo alto del castillo. “Era un año crucial, con un panorama distinto: la llegada de Honda, Barreda iba superfuerte, Cyril apretaba en su debut con Yamaha... Para KTM era un reto importante. Se ha dado un salto hacia adelante, pero todos, no sólo Honda, porque Honda nos ha apretado a todos, si no das ese paso al frente te quedas descolgado. En los coches sucede como ocurría en otra época en motos: está Mini y los demás evolucionan, pero no hay nadie que les apriete. Nosotros hemos vivido desde hace diez años hasta ahora algo así. Pero todo ha cambiado”, dice Marc, cuyo acento catalán cada vez tiene más de austríaco: “Yo soy austríaco. En serio, soy de KTM. El año pasado tuve una oferta de Honda y no me fui. Estaba todavía lesionado del hombro y me llamaron. No lo dije, porque mi estilo es discretito, hacer mis cosas, mis valores...”.

Y cuando se le apunta lo bien que le habría venido a HRC ficharle para el desarrollo de la moto, por su valiosa experiencia, Marc apunta: “Eso no tiene precio, no se compra. Mi familia es KTM, llevo diez años allí y allí seguiré”.

Allí, en esa familia, ya no está Despres, ahora con sangre azul en Yamaha. Y es obligado preguntar a Coma sobre qué aire se respira en el equipo tras el adieu de Cyril. “Es mejor no tenerle porque los mecánicos y el equipo, al poder trabajar en una sola dirección, lo han agradecido muchísimo. Hasta los técnicos tenían que ser neutrales, iban un poco con un piloto y el otro podía pensar cualquier cosa, y al revés. Para ellos no era fácil”, explica el piloto catalán, quien elogia el final de Dakar del campeón francés. Más que eso: “Ni Despres sería lo que es sin mí ni yo sin él. Esa rivalidad nos ha llevado a donde estamos. La verdad es que el escenario ha cambiado. El Dakar está más abierto, con Barreda y otros pilotos. No es un binomio. Cyril hizo muy bien la segunda semana, lo que pasa es que estaba muy atrás. El año pasado Yamaha era la mejor moto, pero no han trabajado lo que hemos trabajado nosotros. Creo que con la llegada de Cyril y la mejora de otras marcas necesitan tiempo”.

En esa segunda semana, en la que Despres ganaba etapas y Barreda apuraba sus probabilidades de victoria, un rival inesperado se sumó a la carrera. Sin dorsal, sin motor: un resfriado. Y lo que parecía ser un detalle menor a punto estuvo de ser decisivo. “Lo pasé muy mal, hubo días en que no pude ni hacer declaraciones. Llegué a pensar que no iba a poder acabar. Iba conservando, me encerraba en el motorhome, hice un Dakar clausurado totalmente. La suerte es que el día de fiebre, de fiebre de verdad, fue el de descanso, y lo pasé en cama, sudando. Estaba con mal cuerpo, pero todo pasó y respiré”, afi rma Marc.

Esos días coincidieron con las etapas maratón, en las que Coma contó con un socio valiosísimo, alguien que ya compartió hace años sudores y dakares vestido de naranja KTM: Jordi Viladoms. Marc no regatea ni un elogio hacia el de Igualada: “Me pidieron opinión sobre quién creía que tenía que venir y desde el primer momento pensé en Jordi. Él lo vio así también, tuvo claro que si quería seguir en el Dakar al máximo nivel, tenía que dar ese paso. Y al fi nal me ha ayudado mucho más de lo que se ha visto. Es un profesional y los días que yo estaba mal de salud, que coincidieron con las etapas maratón, el tema mecánico me lo hizo él porque yo no podía. Nos hemos ayudado mutuamente y le estoy muy agradecido”.

Viladoms llegó a KTM tras la muerte de Kurt Caselli, a quien Coma dedicó su victoria: “Ayer estuve hablando con su novia. La verdad es que están agradecidos con el detalle de dedicarles la carrera y estoy tratando de cuadrar un viaje a California a visitarlos”. Lo dicho, Coma es campeón sobre la moto y al bajarse de ella.

Mientras Marc sonríe, que es casi siempre, y resopla al narrar la crudeza del Dakar, otros nombres se unen a la charla. Laia Sanz visitó AS dos días antes, pero es como si siguiera aquí. Habla Marc: “Ha hecho un Dakar tremendo. Se lo dije el año pasado, ‘Laia, vas a tener que escoger’. Y este se lo he repetido: ‘Céntrate en los raids’. Ha evolucionado y ahora, con una moto con la que ha podido correr, ha hecho lo que ha hecho. Yo no le veo techo, pero se debe centrar en los raids. Seguro que habrá techo, pero no sé decirte cuál. Entre los diez primeros, fácil. La victoria la veo difícil, pero entre los cinco primeros no lo veo descabellado. A mí este año me daba miedo que se cayese, porque iba ‘enchufada’ de verdad. Pero no me atrevía a decirle nada”.

Sobre Barreda: “Hay muy pocos que puedan llevar su ritmo, eso está clarísimo. Es un tío que si no se tuerce, ganará el Dakar, eso seguro”. Y sobre Roma: “La órdenes de equipo no gustan a nadie. Pero una cosa está clara, que Nani estaba ahí, era líder, en el momento en que se tomaron. En su día le benefi ciaron a Peterhansel y ahora a él. Lo que Nani ha progresado y lo que ha hecho es de elogiar”. Como lo es Marc, que es austríaco sin serlo, que sonríe incluso cuando duerme. ¿Y si sueña ya con su quinto Dakar? Tiempo al tiempo.

"Daré el salto a los coches, pero no hay prisa"

Si lo hicieron Auriol, Peterhansel o Roma, ¿por qué no va a poder Coma pasarse a los coches y ganar el Dakar? “Un día sí que voy a dar el salto, seguro, pero no tengo mucha prisa. Yo no sé pilotar un coche, pero conozco el desierto, la carrera. Pero a día de hoy necesitas tu periodo de tiempo. Mi nivel de conducción ahora es la de un tío de la calle, necesitaré mi tiempo y aprendizaje. Lo fundamental es ir con la mentalidad de aprender”.