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Fórmula 1 | GP de Japón

Vettel gana y se pone a cuatro puntos de Alonso

El español tuvo que abandonar justo tras la salida al pincharse una rueda de su Ferrari en un toque con Kimi Raikkonen. Ahora deberá defenderse del acoso del alemán en los cinco grandes premios restantes

Actualizado a
<b>LA ESPERANZA DURÓ POCO. </b>Las ilusiones de Alonso se esfumaron cuando el alerón de Raikkonen cortó un neumático trasero de su Ferrari y le hizo perder el control.
reuters

Puede que haya cambiado de camino la suerte, es posible que ahora quiera irse con su amigo de azul. Es una forma de explicar esas causas y coincidencias que terminaron con Fernando Alonso saliendo ayer de Suzuka antes de que acabara la carrera, con la sensación de que la vida, a veces, no es justa. No fue sólo una cosa lo que hizo que el español, tantos grandes premios como líder destacado de un Mundial que merece, llegara ayer a su hotel de Tokio pensando en las razones que han llevado a que su joven enemigo esté a sólo cuatro puntos, con un coche más rápido y a falta de cinco carreras.

Sebastian Vettel está dejando a Lewis Hamilton a la altura de un simple aprendiz en la lista de pesadillas del doble campeón español. Primero lo que pasó: es simple, el alemán ganó la carrera de principio a fin, sin problemas, paseándose con su Red Bull de nuevo volador mientras Fernando se despedía de la carrera en la primera curva. Ahora vamos a intentar contar las razones. Pues bien, Sebastian ganó porque es un extraordinario piloto y porque en Red Bull han descubierto nuevas piezas en cada carrera hasta llegar aquí con un nuevo doble DRS que lleva el viento por donde debe ir y el coche, otra vez, sobre raíles. Por eso ganó Vettel, porque salió bien, su estrategia fue perfecta, sus mecánicos tardaron 2,6 segundos en cambiarle las cuatro ruedas en su segunda parada y dispone de un monoplaza con una vuelta rápida ocho décimas mejor que la del siguiente, el McLaren de Button, y 1,2 segundos más veloz que la del único Ferrari en pista, el de Felipe Massa, segundo ayer. Así están las cosas. Y por eso Vettel parece, en estos momentos, tan cerca de su tercer título.

Y las razones por las que Alonso se quedó varado en la primera curva obedecen a una serie de circunstancias que actuaron como cuando una pieza de dominó derrota al resto. Las enumeramos: Alonso tiene un coche que es un segundo más lento que el de Vettel; en calificación tuvo que echar mano de sus juegos de blandos hasta llegar a la Q3 con solo uno; en ese único intento se vio perjudicado, primero por la bandera amarilla que le obligó a bajar el ritmo y después porque se encontró a Vettel en su trazada; Alonso salía sexto; desde esa plaza hay que arriesgar más de lo debido y ahí aparece otra vez Raikkonen; el finlandés tocó con su alerón delantero el neumático trasero derecho del español en la salida; al llegar a la primera curva, la rueda está pinchada, el coche se va y Fernando se queda primero en la tierra y después en mitad del asfalto; segundo abandono de Alonso en la temporada; gana Vettel y el Mundial se complica, mucho.... Ojalá que el resumen deje claro lo que sucedió. Hubo quien se atrevió a sugerir que quizá Kimi hubiera tenido más cuidado con un amigo, no como Alonso...

Otra cosa es lo que pudo pasar. En el mejor de los casos, Fernando hubiera aparecido junto a Sebastian en el segundo lugar del podio. Pero eso no fue, el de rojo era esta vez Massa y Seb reía echando la vista atrás, al cercano 2010... No era el más feliz de uno de los podios más felices del año, el brasileño no se creía su regreso al lugar donde debía estar después de 34 carreras. Y en tercera posición, Kamui Kobayashi, su primera vez y en casa, la afición japonesa enloquecía mirando a su piloto mientras Vettel enseñaba su dedo índice proclamándose el número uno...