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Fórmula 1 | GP de Alemania

Alonso se pone el traje de currante

"No arrojó la toalla en ningún momento y suma así un triunfo importantísimo en la lucha por el título"

Actualizado a
<b>RECONOCIMIENTO AL GANADOR. </b>Vettel y Button duchan en champán a Alonso, muy satisfecho.

Una victoria trabajada. Todos los triunfos son muy valiosos, empezando porque cualquiera de ellos otorga para el campeonato los mismos 25 puntos. Pero hay algunos que llegan a tener connotaciones especiales, como el de ayer de Alonso en el GP de Alemania. Una victoria muy trabajada, cimentada en la constancia del piloto, la confianza en sus posibilidades, un Ferrari competitivo y el acierto en la estrategia y la gestión de los neumáticos. Hubo un instante en el que dio la impresión que los Pirelli (los compuestos más duros) podían volver a jugar una mala pasada al asturiano, pero la catástrofe se evitó en esta ocasión y la actitud combativa de Fernando, que no arrojó la toalla en ningún momento, propició este éxito importantísimo de cara al campeonato.

Cara y cruz de Red Bull. Red Bull ha vuelto al centro de la polémica por partida doble y con resultados dispares para sus intereses. Empezó el domingo con el lío del mapa motor que utilizan los coches energéticos, considerado ilegal por los comisarios. Sin embargo, lo que parecía una sanción segura se quedó en nada, porque en realidad Newey tan sólo ha sido más listo que los demás: ha interpretado la norma de un modo que se ciñe a su letra pero no a su espíritu. Así que ahora la FIA debe cambiar la regla... o abrir la mano para que los demás equipos hagan lo mismo. Se fueron, por tanto, de rositas en este conflicto pero no así con la gamberrada de Vettel en la carrera. No se puede adelantar a un rival por fuera de la pista, una regla básica de la competición que el alemán ignoró y que le costó, justamente para mí, perder dos posiciones (suponiendo que hubiera acabado tercero) y unos valiosos puntos.

Hamilton, otro gamberrete. Y ya que hablamos de gamberros, mención especial para Hamilton. Desesperado por su discreto papel en su gran premio centenario, se metió en una pugna injustificada y ridícula con Vettel y Alonso estando doblado. Desde luego que tiene derecho a defender sus intereses incluso en esa situación, pero no poniendo en riesgo y adulterando los de quienes pelean en otra guerra, la de la victoria.

Alonso siempre cumple. Más allá del resultado de Hockenheim, me quedo con este nuevo episodio de solvencia de Alonso. Siempre he defendido que el español es capaz de lo mejor con un coche competitivo, ni siquiera el más rápido, y lo ha vuelto a demostrar, permitiéndonos albergar muchas esperanzas sobre sus opciones al título de este año. Su estado de gracia es indiscutible y en esas condiciones es un rival realmente terrible.

Un balance inmejorable. Y es así como la situación del ovetense en el Mundial es ahora inmejorable. A su triunfo hay que sumar los fiascos de los otros aspirantes al título, con un colchoncito de puntos que le otorgan cierta tranquilidad. No hay margen para la relajación, porque el domingo llega Hungría, pero si salva con éxito este envite se podrá ir de vacaciones con los deberes bien hechos...