Un ángel al que le gusta el 'Infierno Verde'

Ha estado dos semanas mordiéndose la lengua, guardando en secreto su prueba con el R29, y eso le ha costado. Ahora ya puede hablar alto y claro de un nuevo reto en una vida marcada por el 'me pido primer': primera mujer en el Mundial de Turismos (WTCC), primera mujer en competir en la Superleague, primera mujer en disputar las 24 Horas de Daytona, primera mujer en firmar la pole en el Ferrari Challenge... Desde que vio a su padre, Emilio de Villota, pilotar un monoplaza, ella, María (13-1-1980, Madrid), quiso vivir deprisa. Lo ha hecho sin perder la sonrisa, ya sea en la presentación en el Vicente Calderón de su coche de la Superleague ("Soy de este equipo desde pequeña, ¡aúpa, Atleti", soltó entusiasmada) o en el pistoletazo del equipo de Adrián Campos en la F-3. María es punta de lanza de las pilotos a las que Bernie Ecclestone quiere ver en la Fórmula 1. Él da su bendición y Michele Mouton, responsable de la comisión para esa feminización del Gran Circo, disfruta con el reto de María en Paul Ricard.Esta madrileña, licenciada en Ciencias de la Actividad Física y Deporte y responsable de la escuela de pilotos de Emilio de Villota, se siente cómoda en un mundo de hombres. Con el premio Siete Estrellas de la Comunidad de Madrid 2010 bajo el brazo, se mueve por la capital con un Smart: desde el Jarama, el circuito en el que nació su afición al motor, a la calle Serrano, cuyos quioscos de prensa lucen el 'Hola' en el que ella colabora con el blog 'Un casco en mi vestidor'. Del ayer rescata a Ayrton Senna; del presente aplaude a Fernando Alonso, que tiene la suerte de pilotar ese Ferrari por el que ella se imagina a mil por hora en las curvas de su circuito preferido: Nordschleife, el antiguo Nurburgring. El 'Infierno Verde'. Incluso para un ángel.