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Paul Hembery

"Bernie nos pidió más espectáculo y aquí está"

Paul Hembery, director de competición de Pirelli, suministrador de la F-1 por tres años, está "muy satisfecho" de la respuesta de los neumáticos y niega presiones de los equipos por los compuestos.

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"Bernie nos pidió más espectáculo y aquí está"
PIRELLI

Buenos días, señor Hembery

Buenos días, apenas le oigo; aquí hay más ruido que en la Fórmula 1... ¡y estoy en un restaurante!

Ahora sí... Había dudas sobre los Pirelli tras los test de pretemporada, pero ha bastado la primera mitad del Mundial para que sean protagonistas.

Estoy muy satisfecho de cómo van las cosas. No exagero al decir que somos una parte muy importante del campeonato. Hemos desarrollado los neumáticos y eso que tuvimos poco tiempo desde que la F-1 nos eligió como suministrador.

Lo eran del Mundial de rallys, pero la relación se rompió. Usted fue el artífice de que Pirelli volviera a la F-1 veinte años después.

Queríamos seguir con ellos, pero hubo un cambio en su política, no se pensaba tanto a largo plazo, etc así que surgió la posibilidad de embarcarnos en la F-1 y no lo dudamos. Estoy muy orgulloso de haber aceptado el reto, un reto enorme.

¿Más o menos difícil que el de los rallys?

Diferente. En el Mundial de rallys compiten 80 coches, hay una gran variedad de terrenos, así que exige mucho a las gomas. Afortunadamente, eran menos carreras. (En 2011 hay 13 citas). Si en los rallys hubiera 20 ó 22 pruebas, quizá entonces le diría que son más complicados que la F-1. Pero bueno, en la F-1 compiten los mejores coches del mundo y los mejores pilotos, así que es la cumbre en el automovilismo.

Sé que le costó dejar los rallys, donde siente predilección por Carlos Sainz.

Más que eso, somos amigos. Carlos ganó sus dos mundiales con Pirelli, es un grande. No hay duda. Qué voy a decir yo.

¿Cuál ha sido el mayor reto de lo que va de Mundial?

Cada carrera es un reto mayúsculo. Es una labor nueva para nosotros. Hubo que volcarse en la fábrica, con los ingenieros, los técnicos... La logística de un Mundial de F-1 es enorme. Hemos desarrollado el producto, pero ahora debemos hacerlo incluso mejor. Cueste lo que cueste.

En media temporada llevamos más adelantamientos que en todo el 2010. ¿Qué parte de culpa tienen el DRS y los neumáticos?

No sé, no sé. Es una pregunta difícil, habría que ver al detalle las carreras, las cifras. Pero me arriesgo: creo que un 70% los neumáticos y un 30% el DRS.

La F-1 es el único lugar de la sociedad en el que la degradación es bienvenida.

(Risas). Muy bueno. Podríamos decir que es así, pero hasta cierto punto. Hay que hilar muy fino y que las gomas favorezcan el espectáculo y animen las carreras, pero no hay que correr riesgos. Esa degradación es parte del espectáculo, pero sin excederse.

Como en Hungría, donde los cinco primeros siguieron cuatro estrategias diferentes. Antes, casi todos paraban en la misma vuelta; ahora, esa ventana se ha abierto.

Y eso favorece la competición, las sorpresas y el cambio de posiciones en la carrera.

Y también los dolores de cabeza de Stefano Domenicali y de sus colegas

Sí, pero él no se queja, seguro. Para Stefano o para el resto de jefes de equipo, eso supone un reto, y ellos están preparados para eso y para más.

¿Y es más reto para el coche o para el piloto?

Quizá para el coche. Los pilotos son unos fuera de serie, los mejores del mundo. Se superan ante el examen de los neumáticos o cualquier otro.

Incluido Fernando Alonso, que, por cierto, ¿cómo cuida los neumáticos?

Bien, todos los cuidan muy bien. (Risas). Entienda que no puedo decir qué coche mima más o menos nuestras gomas. Ni qué piloto se adapta mejor a nuestros compuestos.

Aunque a veces haya sorpresas. Por ejemplo, parecía que el estilo agresivo de Hamilton no es el que mejor se adaptaba a los Pirelli, pero ahí le tiene: ganando en China o Alemania, hace sólo dos semanas...

Sí. Por eso reitero lo de antes: los pilotos de F-1 son así, extraordinarios.

Hoy mismo desayunábamos con el anuncio de los compuestos para las tres próximas carreras. No habrá duros. A estas horas en Maranello tendrán ya una sonrisa de oreja a oreja.

Ferrari siempre ha sido una escudería competitiva, ahí tenemos el rendimiento de sus monoplazas en los últimos grandes premios. Cada vez ha sido mejor.

¿Les presionan a ustedes las escuderías sobre los compuestos para cada gran premio?

No. Lo leemos en la prensa, al final del día, cuando ha acabado la jornada de trabajo. Pero nada más. Hay unos compuestos que se adaptan mejor unos días, en otros casos depende del trazado o de las condiciones meteorológicas. Es muy difícil generalizar. Y eso ha ocurrido hasta ahora y seguirá ocurriendo la próxima temporada.

Hablemos de ella. Ustedes llevan a cabo los test con el Toyota, pero preferirían hacerlo con un monoplaza de la actual parrilla. ¿Alguna solución?

Estamos en ello, pero no hay nada por el momento. Hemos pedido ayuda, porque el Toyota TF109 es diferente a los coches que disputan este Mundial.

También tratan de cerrar que pueda realizarse un test oficial durante el campeonato.

Sí. Sería bueno hacerlo inmediatamente después de un gran premio. Pero no sabemos aún en qué fechas o en qué circuito.

¿Monza?

Ya le digo, aún no hay nada claro.

Y pretenden retocar la reglamentación en la Q3 para acabar con el truquito de que un coche se quede en el box y así reservar un juego de neumáticos más para la carrera.

Ese truquito tenemos que evitarlo, es cierto.

Acabo ya. ¿Es cierto que cuando estaban negociando con la F-1, Ecclestone les pidió 'más show' en las carreras?

Sí. Bernie nos dijo que quería más espectáculo y creo que, modestamente, lo estamos consiguiendo. Aquí está. El Mundial da juego en todas las carreras y ése era nuestro objetivo.

Así que, 'show must go on'.

Eso, que el espectáculo continúe. Por eso sigo aquí trabajando, para que nuestros neumáticos sean aún más competitivos. Aunque no veo el día en que pueda irme una semanita de vacaciones. La necesito.