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Fórmula 1 | GP de Turquía

Alonso logra un podio para la esperanza

El asturiano acabó tercero por detrás de los Red Bull de Vettel, intratable, y de Webber, pero llegó a estar segundo confirmando que la evolución del Ferrari va por buen camino, aunque queda mucho por hacer.

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<b>UN PASO ADELANTE. </b>El Ferrari ha mejorado y Alonso pudo competir por los puestos de cabeza, aunque el Red Bull sigue estando por encima del monoplaza rojo.
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Señala a su izquierda, intenta sonreír, pero lo hace con timidez, como el mejor de los alumnos ante la sabiduría del profesor. Sebastian Vettel, campeón, líder, ganador de tres de cuatro... "Hemos visto cómo pueden cambiar las cosas rápidamente con este señor que tengo al lado. El año pasado se acercaba y se acercaba y mirad como terminamos. Sólo llevamos cuatro carreras de 19. Imagina los puntos que aún tenemos que jugarnos". A su lado, Fernando Alonso esboza una media sonrisa, juega con un vaso de cristal vacío. Aún confía en lo que ahora parece un milagro. Lo tiene difícil. Imposible si se tratara de otro. El asturiano está a 52 puntos de su rival germano en la clasificación, sigue quinto. Pero al menos ya puede lanzar su advertencia, ayer ya dejó clara su ambición, sus ganas de estar en su posición natural, con los mejores.

Ayer ganó Vettel. Otra vez, la tercera, la decimotercera de su carrera, la que sirvió, junto a la segunda posición de Mark Webber, para colocar en las estadísticas el noveno doblete en la historia del equipo Red Bull, el primero del año. Habrá más. Aunque ayer Alonso estuvo a punto de evitar el dominio azul. El español, con los mismos neumáticos que Webber, consiguió adelantar al australiano y marcharse a golpe de vuelta rápida. Hasta que llegó el último cambio de ruedas. Duras. Usadas para el doble campeón, nuevas para el australiano. El Red Bull demostró su competitividad, Mark, que es un gran piloto y el milagro quedó sólo en intento.

El Ferrari ha mejorado, tanto como para permitir a Fernando luchar con los mejores. Pero aún debe hacerlo mucho más. Dicen que la medida del coche la ofrece el segundo piloto del equipo. Felipe Massa, tres veces ganador en Estambul, terminó undécimo, a casi un minuto de su compañero y con una vuelta rápida un segundo más lenta; eso sí, tuvo problemas en una de sus paradas en boxes. ¿Realmente ésa es la medida del Ferrari? Quizá esté en el medio del rendimiento del asturiano y del paulista, pero es evidente que Alonso siempre suele estar por encima del nivel de sus coches.

Ayer hubo varias noticias buenas para Fernando. La primera, que su Ferrari ha mejorado; la segunda que, por fin, tuvo una salida normal; la tercera, que logró su primer podio del año; la cuarta, que los dos McLaren terminaron detrás, con Hamilton a más de treinta segundos... Y sólo una mala: los Red Bull son inalcanzables hasta para su talento. Y, además, no fallan.

Son lo mejor de una Fórmula 1 distinta en la que los adelantamientos han dejado de ser una utopía para convertirse en protagonistas, más de sesenta ayer, sólo en las diez primeras vueltas hubo 22, donde existen tres pilotos superlativos, Alonso, Hamilton y Vettel, y un coche azul que marcará época. Ayer lo intentó con un podio para la esperanza. ¿Podrá Fernando con el Red Bull? Ayer, al menos, lanzó su primera advertencia. Vettel lo sabe...