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Simón ya tiene el título más trabajado

Yo Digo Raúl Romojaro

Simón ya tiene el título más trabajado

Julián Simón regresa a casa. Ha vuelto a Villacañas, el pueblo del que salió hace apenas dos semanas con la promesa de regresar con un título de campeón del mundo debajo del brazo. Casi nada. Y Julito ha cumplido. Lo tenía fácil después de una temporada brillante en el Mundial de 125, pero había que rematar, porque en esto de las carreras nadie regala nada... Anoche empezó a celebrarlo con sus paisanos, seguramente los que mejor saben lo que ha sufrido este chaval para alcanzar la gloria de la que ahora disfruta. El éxito siempre es esquivo, casi nunca se cruza en nuestro camino de manera gratuita, pero les puedo asegurar que en el caso de Simón el mérito es, cuando menos, el doble que en la mayoría de los casos.

El toledano no sólo ha tenido que vencer a sus rivales en la pista. Antes de eso, su primer gran triunfo fue superar los condicionantes de un entorno poco propicio para llegar a la cima. No es lo mismo hacerse un sitio en esta jungla de la competición desde Villacañas que desde Madrid, Barcelona o Valencia. Ni tampoco siendo hijo de un modesto trabajador que de un empresario de relumbrón. Sé que puede sonar a demagogia oportunista y lo asumo. Pero no se trata de eso. Es la realidad de un chico que lo tenía todo en contra y que no se rindió. Es una oda al esfuerzo, al sufrimiento y la superación. Es una moraleja de lo que se puede conseguir cuando nos anima un sueño anhelado durante toda una vida. Y Julito ya nunca tendrá que pensar más en lo que pudo haber sido y no fue. Es ya campeón del mundo y yo me alegro de que su historia haya tenido un final feliz. Se lo merece...

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