Alonso termina quinto en el festival de Brawn

Las arrugas del asfalto de Monza, esos surcos que recorren el mito italiano de la velocidad, temblaron de emoción con la invasión de miles de enfervorizados tifosi. 'Cavallino Rampante' al viento, al fin los aficionados italianos se reconciliaron con su héroe más díscolo, Raikkonen. Le aplaudieron con pasión como reconocimiento al campeón que se les va. Fue una alegría efervescente gracias al tercer escalón del podio que le regaló Hamilton en la última vuelta y media de la carrera. Al inglés se le fue el coche en un exceso de agresividad marca de la casa cuando intentaba alcanzar desesperadamente a Button.

Kimi saludó con su habitual inexpresividad, a camino entre Chuck Norris y Steven Seagal. Sin embargo, en su mirada azul al campeón de 2007 se le pudo vislumbrar un brillo de emoción. De tristeza, porque pronto dejará la escudería en la que ha sido más feliz, que le ha permitido vivir a su manera, con pelo largo a lo James Hunt, libertad horaria y licencia para competir en cualquier modalidad peligrosa del motor. Aunque tiene una oferta de Brawn, ahora pretende volver a McLaren. Ya no está Ron Dennis, no le colocarían un médico para vigilar sus salidas y nadie intentaría prohibirle esa forma tan hippie de entender la vida.

A su lado, en el podio, Barrichello fue todo lo contrario. El brasileño hizo el gesto del arquero, dio un saltito, lloró con el himno de su país y celebró que está a sólo catorce puntos del liderato del Mundial. Superó un fin de semana difícil con el cambio de su coche tocado y serias dudas sobre si debían o no poner uno nuevo (habría perdido cinco puestos en la parrilla de salida). El campeonato se queda en un mano a mano de los Brawn porque Red Bull cayó con estrépito. Sebastian Vettel arañó un puntito con un motor limitado y se queda a 26 puntos en el campeonato con cuarenta en juego.

Jenson agradeció mucho después de la carrera la mala salida de Alonso: "Fernando no dio el salto que esperábamos y eso nos vino muy bien". El campeón español terminó quinto desde la octava plaza de la parrilla después de una carrera impecable, pero de nuevo el embrague volvió a hacer patinar en exceso su coche en los primeros metros. No pasó a los Brawn y eso le alejó por completo del podio.

De hecho, lo único que pudo hacer es usar el KERS como defensa para mantener su posición. Intentó pasar a Vitantonio Liuzzi por fuera a la salida de la primera variante, pero este le mandó a la hierba. Frenado por esa acción, le adelantaron Kovalainen y Vettel. Fernando se arremangó y nos dejó los mejores adelantamientos de la carrera. En la segunda vuelta rebasó al alemán de Red Bull a base de KERS y agallas, y en la tercera se deshizo con limpieza de Kovalainen. Después, el tráfico (Hamilton y Kimi recién salidos de boxes) le impidió aprovechar más sus últimas vueltas antes de la primera detención y le dejaron en tierra de nadie.

Jaime Alguersuari, por su parte, culminó un fin de semana repleto de problemas con un abandono por una avería de cambio cuando era 16º a espaldas de su compañero Sebastien Buemi y por delante de Romain Grosjean. Días de aprendizaje en 'El Templo de la Velocidad'.