Marc Gené no partía como el gran favorito de esta edición de las 24 Horas de Le Mans. Sin embargo, no es de los que se rinden fácilmente y no arrojó la toalla en ningún momento, convirtiéndose en el puntal de su equipo para conseguir la anhelada victoria. Por eso Marc no dudó en expresar su enorme satisfacción: "No soy excesivamente emotivo, pero debo admitir que he llorado en el coche durante la última vuelta de la carrera. Ni siquiera me atrevía a saludar a los espectadores en esos momentos, sólo me decidí a hacerlo cuando cruce primero la línea de meta".
Fue en ese instante cuando el piloto de Sabadell tomó verdadera conciencia de su gesta: "Después, cuando pude ver ya a los tres coches del podio en formación, fue cuando me di cuenta de lo grande que es esto. Es lo más grande que he vivido nunca, mi mayor triunfo".
Y confesó sentirse encantado por el automovilismo español: "Éste era uno de los pocos éxitos que faltaban al deporte del motor español y me enorgullece haberlo podido conseguir. Y también por Peugeot, que ha hecho un gran coche".