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Fórmula 1 | GP de Mónaco

Button le da un golpe decisivo al campeonato

El británico se distancia de sus rivales tras una gran victoria en Monte Carlo y tiene a su compañero Barrichello (segundo ayer) a 16 puntos. Ferrari resucita con Kimi en el podio y Alonso termina séptimo

Carlos Miquel
Actualizado a
<b>ESCENARIO GRANDIOSO. </b>Las calles del Principado exhiben un colorido diferente al resto de grandes premio de F-1 y hacen que la victoria sea más especial para los pilotos.

Jenson Button está en una nube. Es la sensación de euforia infinita del primer amor, del nacimiento de un hijo, del triunfo después de la travesía en el desierto Ese estado le ha convertido en un más que posible campeón. Que no comete errores y se aprovecha de un coche, el Brawn, que está en otro planeta. El inglés estaba tan exultante con su primera victoria en Mónaco que se olvidó de dónde tenía que aparcar su coche junto al único podio sin cajones. Lo detuvo en boxes y se fue a la carrera con el casco puesto mientras saludaba al público dando saltitos. Entusiasmado. Como si ganara un triatlón de los que compite.

Junto al podio se fundió en un abrazo con el segundo hombre de Brawn GP, Nick Fry, y se fue directo a la recepción del trofeo. Este año hubo novedad: al Príncipe Alberto le acompañaron Carlota Casiraghi, toda primavera, y su hermano Andrea, todo melena. Los hijos de Carolina dieron los premios al segundo, Rubens Barrichello (otro doblete de Brawn) y al tercero, Raikkonen. Kimi resurgió este fin de semana gracias especialmente a una soberbia calificación, pero le faltó una agresividad mayor en la salida, donde se durmió y fue rebasado por el brasileño.

Esta victoria, cimentada en el tapón que hizo su compañero en las primeras vueltas después de sufrir problemas con las superblandas, es un golpe casi decisivo al Mundial 2009. Es la quinta del piloto inglés en seis carreras y, con 51 puntos de 55 posibles, tiene a su compañero Rubinho a 16 puntos. El hasta ahora mayor rival, Sebastian Vettel, se desinfla en el campeonato con un error que le costó destrozar su coche contra las protecciones de Santa Devota. Ahora está a 28 puntos, casi tres victorias. Y en la última década sólo Kimi o Michael Schumacher han dejado de ser campeones con cinco triunfos o más. Su verdugo fue Fernando Alonso.

El alemán de Red Bull salió con superblandas y tuvo severos problemas de graining desde el principio. En unas emocionantes primeras vueltas, Felipe Massa, que salía detrás, comenzó a acosarle. Le intentó pasar por dos veces en la chicane de la salida del túnel y en la segunda se coló. Pero al dejar pasar al germano fue tan iluso que le dio el lado bueno y junto a él también pasó un agresivo Nico Rosberg.

Vettel formó un pelotón que cerraba Alonso. En la novena posición de salida y con mucha carga de gasolina, sus bazas se centraban en no cometer errores, tener un gran ritmo de carrera y esperar que algún coche de seguridad le echara una mano. El R29 no está para mucho más. Terminó séptimo.

Sólo le ayudaron la ya citada salida de Vettel y otro error de Kovalainen. Su McLaren dejó la pista con tantas piezas sueltas que debería haber aparecido el coche de seguridad pero con los Brawn delante, curiosamente, este año el jefe de carrera Charlie Whiting nunca le manda salir.

Al asturiano tampoco le ayudó el tráfico. Primero le tocó que Kimi le frenara cuando el finlandés salió cargado de boxes y después padeció la tortura de tener que seguir al Force India de Giancarlo Fisichella. Pero cuando tuvo la pista libre en la última parte de carrera comenzó a rodar de una forma impecable y regular en 1:15, hasta marcar la cuarta vuelta rápida de la carrera, 1:15.371.

En cualquier caso, podría haber sido sexto con mejor fortuna, pero poco más. Y la sensación que queda, ahora que Button está a 40 puntos, es que el Mundial lo tiene prácticamente perdido. Es una lástima, porque de llevar Fernando un Red Bull, Jenson no lo tendría tan fácil.