NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Fórmula 1 | GP de Mónaco

Sólo Raikkonen puede frenar al rodillo Button

Kimi necesita hacer una gran salida con el KERS en su Ferrari y pasar al inglés, que le arrebató la pole por 25 milésimas, si quiere disputarle hoy la victoria. Alonso sale noveno, y muy cargado, a por la remontada

Carlos Miquel
Actualizado a
<b>ARROPADO. </b>La afición española no da la espalda a Fernando Alonso esta temporada en la que los resultados no acaban de ser los que él y su equipo desean.

Ha sido definitivamente una vuelta para recordar, realmente al límite en todo momento". Más sonriente que nunca, Jenson Button levantó sus brazos al viento ante la mejor pole de su carrera deportiva, la que le consagra en su gran año y le coloca al vértice de su quinta victoria. El triunfo que arruinaría, si no lo están ya, las posibilidades de cualquier otro piloto de ser campeón del mundo este año.

El inglés, líder del Mundial, supo rehacerse de una mala segunda parte de la calificación, con problemas de subviraje y tocó los reglajes del coche antes de la Q3. Resultó todo un éxito.

Sólo un hombre, Kimi Raikkonen, puede impedirle arrasar en la carrera de hoy a Button. Sale segundo después de una vuelta estratosférica final en la que le endosó medio segundo a su compañero Massa. Y lo hace con KERS, el botón que puede ayudarle a pasar a su rival en los primeros metros. Si no lo consigue, y salvo error del piloto de BrawnGP, el triunfo debería ser para la escudería británica porque Jenson se detiene por primera vez entre una y dos vueltas más tarde.

Tercero en la parrilla es Barrichello, con el mejor ritmo en carrera de la parrilla, pero la amenaza de un Vettel ligerísimo de gasolina, que saldrá con neumáticos blandos para quitárselos al principio de encima y necesita pasar también como sea si quiere optar al podio.

Fernando Alonso sale noveno a por la remontada, pero su mirada transmite desesperanza. En la última sesión de libres logró el mejor tiempo. El público bramó, estamos en territorio Renault, y sus incondicionales españoles (parapetados detrás de una pancarta que pone "No hay dos sin tres") le ovacionaron ilusionados. Nada más bajarse del coche pensó en la posibilidad de ir a por la primera fila de la parrilla. Minutos después, los datos del equipo hablaban de que llevaba menos gasolina que el resto y le colocaban quinto o sexto en parrilla. Pero a la hora de la verdad, el R29 volvió a ser el sexto coche.

Y habría acabado peor de no hacer el cafre Hamilton. El inglés, con un coche superior, cometió un error infantil al forzar en exceso en la primera parte de la calificación y estrellarse contra las protecciones de Mirabeu. La esperanza de Alonso para remontar y optar, sin accidentes ni averías, a la sexta plaza en carrera, se basa en su elevada cargada de combustible. Se detiene por primera vez en la vuelta 27, cinco después de Webber, que le precede, seis de Kovalainen (séptimo) y ocho de Rosberg (sexto).

Y su conciencia puede seguir tranquila. El campeón español hizo en su último intento una vuelta suicida, para recordar, pero por desgracia sólo tendrán constancia de ella sus ingenieros. Las simulaciones informáticas decían que, como máximo, sólo podría llegar hasta 1:16.4. Y lo rebajó en cuatro décimas. Así de injusta y dura es a veces la Fórmula 1.