Baño de Lorenzo y reacción de Pedrosa

Cinco podios de nueve posibles, casi triplete y el remate de ver a tres españoles al frente del Mundial en todas las categorías: Lorenzo, Bautista y Simón. ¡Qué más se puede pedir!

La armada española cumplió las expectativas en Le Mans, aún a riesgo de que el próximo año veten su acceso a este trazado que tan bien se le da (veinte veces ha sonado el himno). De no ser porque Simoncelli cruzó la meta antes que Faubel en 250, habríamos cantado otro triplete como el de 2003, porque Simón y Lorenzo sí impusieron su ley en 125cc y MotoGP. Y de qué manera. Arrasando.

Lorenzo le dio un baño a toda la clase reina y bien se podría decir que ganó tres carreras en una: la que se disputó en mojado, la que transcurrió en seco y la de la estrategia. En esta última contó con el formidable apoyo de su escudería, que le ordenó en el momento justo la entrada a boxes para cambiar de moto.

Aunque no llovía cuando arrancó la carrera, toda la parrilla de MotoGP montó neumáticos de agua y, a medida que se fue haciendo carril seco en el asfalto, se sucedió el carrusel de entradas a boxes para cambiar la mecánica con zapatos de lluvia por otra segunda con gomas de seco. El último en hacerlo fue el bicampeón, que ya rodaba en cabeza, ocho vueltas más tarde que los primeros: Rossi, Pedrosa y Capirossi. Con tanta estrategia, parecía más una carrera de F-1 que de MotoGP, y la de Lorenzo resultó la más acertada.

"No queríamos que entrara a cambiar hasta ver cómo iban los demás. En el momento que hemos visto que los que llevaban slicks ya iban tan rápido como los que tenían de lluvia, le hemos ordenado entrar", reveló después Ramón Forcada, el jefe de mecánicos del mallorquín.

Lorenzo comenzó a cimentar su triunfo desde la primera vuelta. Tras una salida regular, en la que se le adelantaron Pedrosa y Stoner, superó a ambos con decisión antes del primer paso por meta. Se le veía como pez en el agua en ese momento y en su mente sólo había una duda: el cambio de moto en boxes, lo que no había hecho nunca. Lo hizo a 17 vueltas del final y regresó aún primero, con cuatro segundos sobre un Melandri que acabó brillantemente segundo, pero a 17 segundos del conquistador, porque volvió a plantar su bandera de 'Lorenzo's Land' en la vuelta de honor.

La jugada fue perfecta porque Rossi, obligado a entrar el primero por no ir bien en agua, se cayó en su primera vuelta con las ruedas de seco. Siguió, pero una penalización por saltarse el límite de velocidad en el pit lane, y dos cambios más de moto, le dejaron el último (16º) por vez primera en la clase reina. También cedió el liderato a Lorenzo por un punto, provocando el cuarto cambio en lo que va de año, uno por carrera. Mención especial merece Pedrosa, que con su gran tercero encontró la reacción que necesitaba y se metió así en la pelea por el título. Ahora es cuarto, a sólo nueve puntos de Lorenzo.

La remontada del tricampeón fue espectacular, porque regresó 12º tras su pasada por boxes y le condicionó ver de cerca la caída de Rossi. Cuando todos los pilotos ya habían hecho el cambio, era sexto, con quince vueltas por delante, y superó a Vermeulen, Stoner y Dovizioso, que llegó a sacarle once segundos. Dani alcanzó su rueda en la última vuelta y le dejó clavado con una frenada brutal y un interior de izquierdas precioso. Pedrosa está de vuelta y hay Mundial, el más emocionante de los últimos años, porque los dos españoles demostraron a Rossi y a Stoner que hay que contar con ellos.