En séptima posición del Mundial de constructores, a 62 puntos de la sorprendente escudería Brawn GP, con sus dos pilotos muy lejos del líder Jenson Button, duodécimo y decimotercero Felipe Massa y Kimi Raikkonen respectivamente con sólo tres puntos cada uno. Esa es la situación actual del mejor equipo de la historia de la Fórmula 1. En Ferrari son conscientes de su desastroso inicio de temporada y están intentando poner soluciones. Pero la situación es tan mala que su director, Stefano Domenicali, se ha planteado tirar la toalla. "Creo que no soy el problema. Pero si es necesario, dejaré mi sitio", dijo en la radio alemana RTL.

Las declaraciones del italiano llegan después de que le criticaran desde varios sectores de la Fórmula 1. Ya Niki Lauda, en una de sus habituales salidas de tono, consideró que una de las causas del bajo nivel de Ferrari en el inicio del año era que ahora los italianos gobernaban en el equipo. No es el único. Bernie Ecclestone también se une a las tesis del austríaco, aunque con más cautela. "Creo que desde que Jean Todt se fue, hemos ido hacia atrás para volver a la forma en que se encontraba el equipo antes de que Todt llegase", dijo Ecclestone. Domenicali también tiene enemigos.