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Renault acumula tres fallos tácticos graves

Fórmula 1 | La resaca del GP de China

Renault acumula tres fallos tácticos graves

Renault acumula tres fallos tácticos graves

Alonso tuvo que hacer en China 16 adelantamientos por el batacazo estratégico del inicio. Por radio dijo no querer pararse. Symonds también falló en Australia y Sepang

Alonso firmó en Shanghai una carrera casi perfecta, pero el casi, ese trompo cuando iba detrás de Kovalainen en el último tercio del gran premio, le apartó de acabar entre los cinco primeros. Sin embargo, mucho antes su carrera y opciones de podio ya estaban arruinadas, desde el momento que le llamaron de boxes para que se detuviera con el coche de seguridad en pista en la vuelta siete, justo una antes de que se reanudara la prueba.

Se quedó último y eso le obligó a adelantar a ciegas, a tragarse la cortina de agua de los más lentos de la parrilla y a realizar 16 adelantamientos. En algunos casos, como el de Heidfeld, pasó por dos veces al mismo. Fue un error táctico garrafal del responsable de ingeniería de Renault, Pat Symonds y su segundo, Alan Permane. El tercero en tres carreras.

Fernando ha optado públicamente por la diplomacia sobre el fallo de su escudería: "Esta vez la táctica salió mal y otras sale bien, habrá que apechugar". Sin embargo, el asturiano dijo por radio antes de su primer repostaje que no estaba de acuerdo, que era mejor seguir en pista. No le hicieron caso. Y justo cuando entraba en boxes al final de la vuelta seis y comienzo de la siete, al muro de Renault llegó el mensaje del director de carrera, Charlie Whiting, de que el coche de seguridad se iba a retirar al final de la siete y la carrera se iniciaba como tal en la ocho. Desastre total.

Con lo que ahorró de gasolina detrás del coche de seguridad Alonso podría haberse parado por primera vez en la vuelta trece, una antes que Webber, que salía justo detrás en parrilla. Y el australiano terminó la carrera segundo. Incluso con el superior ritmo del Red Bull, Fernando podría haber frenado a su amigo Mark al comienzo con su cortina de agua y haber volado en 1:55 o 1:56 por detrás de un aparentemente inalcanzable Vettel. En la última plaza de la carrera tenía que conformarse con rodar en tiempos de entre 2:00 o 2:01. Entre cuatro y cinco segundos por vuelta más lento. De haber parado en la vuelta que le correspondía sólo habría descendido a la décima plaza.

Este comienzo loco de Mundial ha vuelto a sacar los peores defectos desde el muro de Symonds, que hace buenas tácticas previas de carrera pero es un desastre a la hora de improvisar. En el arranque del Mundial en Australia llamaron a Piquet y a Alonso a la vez, y el asturiano tuvo que esperar diez segundos en boxes que le costaron la posibilidad de luchar por el podio. En Malaisia esperó de nuevo detrás de Nelsinho y en connivencia con el asturiano, que se salió, erraron en los neumáticos. La escudería ha cometido errores similares incluso en los años dorados, pero con la igualdad actual y la necesidad de remontar no puede permitirse más fallos.

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