Alonso al asalto de su tercer título

Se acabó la espera. La larga espera sin carreras. Regresa la Fórmula 1 y lo hace con la temporada más convulsa, polémica y con más cambios de los últimos años. Vuelven los añorados slicks, que proporcionarán más agarre mecánico y darán más protagonismo a los pilotos, y se reduce la aerodinámica para que haya más adelantamientos. Incluso se incorpora un aparatito, el sistema KERS (de recuperación de energía cinética) que emula al célebre turbo-boost del Coche Fantástico y proporciona 80 CV durante seis segundos por vuelta.

Fernando Alonso se encuentra en una situación muy diferente a la de 2008. Y eso le hace ser mucho más optimista. El año pasado llegó a Australia con un déficit de 1,3 segundos por vuelta respecto a los mejores. Y tuvo que trabajar carrera a carrera para recuperarlo. Terminó a una distancia, según los circuitos, de entre cuatro décimas y medio segundo por vuelta, y fue capaz de ganar dos carreras y ser el mejor piloto en los ocho últimos grandes premios de la temporada. Si con esos mimbres llegó a batir a los intratables McLaren y Ferrari, este año todo es posible. Sólo los Brawn han sido más veloces que él en pretemporada y hay serias dudas sobre su legalidad y de que puedan mantener el ritmo toda la temporada. Su falta de recursos económicos les impedirá tener una buena evolución técnica.

El Mundial de la crisis constará de 17 carreras, se cae Francia, sigue ausente Estados Unidos y también, para desgracia de la famillia mundialista, se pierde el GP de Canadá después de años de presencia ininterrumpida. La novedad será el final en el fastuoso circuito de Abu Dhabi.

El Mundial de la incertidumbre no presenta demasiadas caras nuevas, sólo la del suizo Sebastien Buemi, que reemplaza en Toro Rosso a Sebastian Vettel y se ha pasado media pretemporada rodando sobre un coche viejo, con la aerodinámica 2008. Si él o cualquiera de los otros tres pilotos Red Bull tiene algún problema, su sustituto en Australia o Malaisia sería David Coulthard, quien tendría que bajarse de la cabina de comentaristas de televisión y abandonar su retiro para correr. A los 37 años. Como segunda es la juventud de Barrichello, de 36, que estaba casi retirado cuando recibió la llamada de Ross Brawn. El coche concebido con el dinero de Honda lleva motor Mercedes y ahora es más veloz que el McLaren de Hamilton. ¿Será éste también el Mundial de las sorpresas?