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Argentina también ejecutó su gran criba

Dakar 2009 | Sexta etapa (San Rafael-Mendoza)

Argentina también ejecutó su gran criba

Argentina también ejecutó su gran criba

Al estilo de las más duras etapas africanas, casi cuarenta pilotos pasaron la noche en las dunas negras y bajo una tempestad de lluvia y granizo. Coma sigue intratable y Sainz ya es segundo tras De Villiers

No se movía, no abría los ojos, tiritaba tumbado sobre la arena. Comenzaron a gritarle, invocando a la vida con sus alaridos, le dieron golpes, le frotaron el cuerpo, después le arroparon con una manta. Poco a poco, Carlo de Gavardo fue colocando el coche justo encima de Federico Ghitti, en las dunas negras de ese desierto argentino.

Le encontraron, de noche, bajo la tempestad de granizo, con la señora de las tinieblas paseando, al acecho. El chileno y su copiloto Jean Brucy cuidaron del piloto italiano y su hipotermia. Y le salvaron la vida con el calor de su radiador, cerca del tubo de escape. Dejaron la KTM enterrada en la arena y después de calentar al italiano le colocaron en el asiento del copiloto mientras Brucy se sentaba en el lugar que habitualmente ocupan las ruedas de repuesto. Así recorrieron los últimos veinte kilómetros de la especial y llegaron a San Rafael, donde Federico fue atendido por los médicos. El piloto italiano era uno de los 37 que se quedaron atrapados en la sexta etapa, entre Neuquén y San Rafael, en la extensa llanura del desierto de la Patagonia, algunos en la arena, otros en las últimas dunas.

No todos han llegado a San Rafael y algunos aún persisten en su lucha, pero otros fueron rescatados por la organización. A las dos y media de la madrugada llegaba una caravana de coches y algunos camiones a la meta, remolcados varios, con un vehículo Tango de la organización al frente. Los motoristas sufrieron más que nadie, un piloto alzó la baliza y cuando llegaron las asistencias les dijo con la voz entrecortada: "Tengo frío, llévenme fuera de aquí". Muchos se quedaron allí y la organización montó una operación de rescate. Utilizaron los helicópteros para sacar las motos de la arena y llevar a los pilotos fuera del infierno. En América, también, todo es distinto.

El resto de coches que se quedaron en el camino fueron desviados, algunos desde el primer control de paso, otros desde el segundo. Al final todo el que logró llegar tuvo el tiempo del último en hacerlo de día. Hasta ahora, 115 abandonos y 385 pilotos que aún están en condiciones de seguir. Isidre Esteve apareció por San Rafael casi a las cuatro de la madrugada con su renqueante Ssangyong. Al día siguiente volvió a tomar la salida de la etapa.

Otra etapa dura.

Como lo hicieron los primeros de la general. La etapa volvió a ser dura, pero menos. La tempestad provocó que la especial se acortarse hasta el segundo control de paso, sólo 232 kilómetros de odisea de camino a la cordillera andina. Allí, al fin ganó la etapa Cyril Despres, que también se lo merece. Pero Marc Coma ha recuperado la enorme ventaja de 40 minutos. En él no se hace imposible.

Sin embargo en coches, en el primer control de paso las noticias reflejaban a Nasser Al Attiyah con ¡casi media hora de ventaja en 86 kilómetros sobre sus rivales! Al final fueron menos y menos serían aún porque el qatarí reconoció haberse saltado un way point, un punto de paso obligatorio, lo que le costó una grave sanción de horas. Lo hizo por problemas en su motor aunque quiere seguir en carrera.

El líder es ahora De Villiers, con siete minutos sobre Carlos Sainz (con molestias en un ojo, según sus palabras, "por un cristalito que se me metió en el vuelco de ayer"). Y con Peterhansel casi desahuciado. Nani Roma sigue en sus puestos, aunque más lejos de lo que pensó, y Luc Alphand tuvo que retirarse tras ver como su copiloto, Gilles Picard, se encontraba mal por el esfuerzo en mitad de la arena cambiando las placas. El galo no se lo pensó. La vida es lo primero, siempre. Incluso por encima de los sueños.

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