El estreno en calificación del circuito de Singapur no tuvo demasiadas incidencias. La más señalada fue la obstrucción de Nick Heidfeld a Rubens Barrichello en la primera parte de la calificación. El alemán regresaba a boxes despacio, y su rival de Honda casi se lo lleva por delante. El brasileño estaba en su vuelta buena, a toda velocidad y fue el claro perjudicado. Los comisarios lo analizaron después de la calificación y se inventaron un nuevo tipo de sanción, el de los tres puestos en parrilla. El alemán se clasificó sexto, y ahora saldrá noveno.

Lo curioso del caso es que al perjudicado piloto de Honda, 18º en parrilla y fuera de la Q2, también le han sancionado con una multa de diez mil euros por entrar de forma inadecuada a boxes. Este año la FIA se está poniendo las botas.

El piloto de BMW se mostró en desacuerdo con la sanción: "El sistema GPS no funciona de manera correcta, así que el equipo no me avisó de que venía Rubens. Miré por el retrovisor, pero no le vi hasta el último momento. Intenté entonces meterme rápidamente en el 'pit lane', pero parece que no fue suficiente. No entiendo cómo no han arreglado la entrada a boxes".