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La bomba de gasolina arruina la pole de Alonso

Fórmula 1 | GP de Singapur

La bomba de gasolina arruina la pole de Alonso

La bomba de gasolina arruina la pole de Alonso

El asturiano iba lanzado a luchar por la primera plaza de la parrilla cuando una avería de su Renault le hundió en la 15ª plaza, en una pista donde es imposible adelantar. Pole de Massa por delante de Hamilton

"El coche se para, el coche se para". Por radio, Fernando Alonso le da a su ingeniero Dave Greenwood la peor noticia posible, el R28 se queda fuera de la segunda parte de la calificación por avería. Estaba en la vuelta de lanzamiento de su primer intento en la Q2. Aparca el coche en la escapatoria, se baja de un salto y golpea el aire con su puño derecho: "¡No, no!". Se lleva las manos a la cabeza y traga saliva para que la ira no le haga estallar en lágrimas.

Es la imagen de una decepción, la más grande del año. En la primera parte de la calificación dio una vuelta con mucho margen, que le colocó segundo de un plumazo aunque le estorbó Rosberg. Y, pese a tener un intento menos que la mayoría de sus rivales salvo Hamilton, finalizó la Q1 en un cómodo sexto con blandas (las peores). Había sido el más veloz en las últimas pruebas libres. Por primera vez en lo que va de año se sentía en comunión con su monoplaza. Danzaba entre los muros de una manera soberbia y, minutos antes de la calificación, Marc Gené, probador de Ferrari, daba su pronóstico: "Alonso está aquí para luchar por la pole".

Tendrá que realizar en la carrera de hoy una remontada que él mismo ha calificado de milagro, incluso con una táctica a una parada. En Singapur no se puede adelantar. Nada más bajarse del monoplaza, los móviles del universo alonsista empezaron a salpicar mensajes: "No puede seguir en Renault, ahora encima va y se rompe". El problema es que tal vez no le quede más remedio que seguir ahí si quiere vestir de rojo Ferrari en 2010.

El dolor fue similar al de la tuerca mal apretada en Hungría 2006, quizás aún más sangrante después de un año de sinsabores. El campeón asturiano no se esperaba tener una temporada con tantos problemas. Hoy necesita un golpe de fortuna, mejor dicho, una tormenta de suerte en forma de rayos, lluvia y truenos sobre la pista urbana. Tampoco podría servirle de nada, porque la FIA contempla la posibilidad de suspender temporalmente la prueba en el caso de que lloviera a mares. Y reanudarla cuando escampe. Piquet completó la mala jornada de Renault. Saldrá al lado de su compañero. Es 16º, pero sin problema mecánico alguno. De nuevo por su incapacidad para extraer rendimiento al R28 a una vuelta.

Del resto de la calificación lo más destacable es la apoteósica pole de Felipe Massa, que dio una vuelta perfecta con la que superó a Lewis Hamilton ¡por seis décimas! y a Raikkonen, su compañero de equipo, en ocho. Es la quinta del año. También les dominó en la Q2. Es posible que vaya más ligero de gasolina, pero la diferencia es que él no cometió ningún fallo y sus rivales sí. Y gracias a un enfoque innovador: "Afronté la vuelta con la intención de hacer cada curva perfecta, no podía cometer ni un solo error en ninguna de ellas". El brasileño no es un genio, pero con esfuerzo y ganas está dando el 120% de sí mismo. Y rompió el pronóstico que daba a los McLaren en la pole.

La primera fila del morbo la completa un Hamilton que besó demasiado los muros. Kimi, tercero, tiene una oportunidad de oro para congraciarse con su presidente Montezemolo, y, por una vez esta temporada, pasar a alguien en la salida. Kubica, enemigo de Alonso todo el fin de semana, sale cuarto. El asturiano se las verá ahora con Coulthard y Webber, justo el día que Renault pensaba quitar gasolina para que Alonso firmara su primera pole del año.

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