Alonso calienta la fiesta con un segundo puesto

A las doce, en el deporte del ruido se hizo el silencio. Los pilotos acudieron a la llamada de Fernando Alonso y se juntaron todos debajo de una bandera española a media asta para honrar a las víctimas del accidente de Barajas. Después, ante unos 25.000 espectadores llegó la fiesta, con el asturiano segundo en el total del día. Raikkonen se lo arrebató por sólo veinte milésimas en el último suspiro.

No hubo descargada brutal de gasolina de Renault y el equipo estima que Fernando puede calificarse hoy séptimo en la parrilla con una carga alta de combustible. El mismo rendimiento de Hungría, pero con unos BMW más amenazantes para la carrera. El tiempazo de ayer de la estrella española, que fue multado con 10.000 euros por pisar la línea amarilla de entrada a boxes, tiene más que ver con el hecho de que puso neumáticos blandos nuevos en el último momento que con el combustible. Llevaba alrededor de 25 kilos. El resto del día estuvo probando con cincuenta con vistas a la carrera.

Por supuesto, Kimi llevaba más gasolina, pero, en cualquier caso, la guerra de Fernando vuelve a ser otra distinta a la de la cabeza. Ferrari está muy fuerte, más de lo esperado, y tiene la ventaja de que le van bien los dos tipos de neumáticos, el superblando y el blando. Con apenas una décima por vuelta de diferencia entre ambos. En el bando contrario, a McLaren le preocupa que sólo el tierno les ha resultado competitivo, algo que podría ser una pésima noticia para el maltrato con el que Hamilton castiga a su monoplaza en las frenadas.

El británico se enfadó por haber terminado quinto la jornada en una pista en la que creía que su McLaren sería completamente insuperable y se quejó de la actitud del resto de pilotos en los libres. Precisamente él, sancionado en Malaisia por obstruir a los rivales: "Es muy importante tener una diferencia con el de delante en los libres para poder tener una vuelta limpia, pero el problema es que aquí no ves la salida de las curvas, que son ciegas. Algunos pilotos se frenan justo delante de ti, toman ventaja de la situación y no les preocupa quién está detrás. Al frenar tanto comprometen tu vuelta rápida".

En Ferrari están tranquilos porque con los treinta grados de temperatura y la ayuda de su imponente motor tienen capacidad para optar con sus dos pilotos por la pole y batir a los McLaren en carrera por su capacidad para cuidar los neumáticos. Kimi dice que le encanta pilotar en esta pista y, como es un niño con traje de gran piloto, ese matiz le convierte en favorito claro a una victoria que no logra desde el anterior paso del Mundial por España. De cara a la calificación de hoy y con las gradas teñidas del azul clásico de Montmeló, Alonso y Renault no piensan realizar un resultado mediático del sábado. Pretenden cargar bastante gasolina y repetir el buen rendimiento de Hungaroring.

Ayer en las tandas largas estaba a una décima por vuelta del mejor BMW. Como la pista cambiará mucho respecto al primer día, si Fernando y su escudería aciertan en los reglajes tal vez puedan estar un poco más arriba. Para hoy se espera multiplicar el número de aficionados respecto a los 25.000 de ayer. No es un circuito normal, es una pista viva, con un restaurante para pescadores, un laboratorio veterinario y un puesto de la Guardia Civil en su interior. Ellos, los damnificados de esta locura junto al mar, se merecen un resultado de campanillas.