Nacido hace 23 años en Memphis, Spies fue un niño precoz. A los cinco años ya iba en moto y a los diez ganó 27 carreras seguidas. Con quince era profesional, pero un problema de rodilla paró su despegue dos años. En 2003 su futuro pudo acabar. En unas pruebas de Dunlop, en Daytona, sufrió un brutal accidente al reventarle el neumático trasero. Perdió el control y quedó inmóvil al estrellarse contra un muro a 290 km/h.
Tom Houseworth, uno de sus jefes, relata lo que encontraron: "He visto tipos duros, pero nunca nada parecido. Al llegar le miré y supe que estaba en problemas. Intentamos quitarle el mono, pero la abrasión le arrancaba la piel. A pesar del dolor, no perdió el control ni mostró pánico. Se puso en pie, se subió a la ambulancia y dijo: 'Al hospital".
No tenía huesos rotos, pero su codo, hombro y nalga izquierda no tenían piel, se veía el hueso. Su madre y gran valedora, Mary, tardaba tres horas diarias en curarle en la autocaravana donde vivían y en la que Ben, durante más de tres meses, aguantó bajo los efectos de la morfina para soportar el dolor. Al recuperarse no era capaz de salir al circuito en moto. Su madre llamó a Kevin Schwantz y le dijo: "Necesito que hables con él". El campeón de 500cc acudió y dieron un largo paseo. Ben resurgió, demostró lo que prometía y cumplió lo que le dijo, con ocho años, al ex campeón AMA Superbikes, Doug Polen: "Seré mejor que usted".
Su sobrenombre: "Elbows" (el codos), por su pilotaje agresivo, tomó razón de ser y en 2006 batió a Mat Mladin, que había ganado siete de los últimos ocho títulos del AMA. En 2007 repitió y añadió otro en Supersport. Todos con Suzuki. Este año marcha líder y la semana pasada ganó su séptima carrera consecutiva, récord histórico. El domingo sustituirá al lesionado Capirossi en MotoGP. También estará en Laguna Seca e Indianápolis. Pronto, Europa sabrá de lo que es capaz este piloto con cabeza de empresario. Un hotel y un restaurante de sushi llamado Kenichi, ambos en Dallas, aseguran el futuro de un talento del que Schwantz asegura que llegará. Palabra de campeón.
