"Las amenazas que pesaban, sobre todo en Mauritania, eran suficientemente explícitas para justificar la suspensión". Así de contundente fue Patrice Clerc, presidente de ASO, la empresa organizadora del Dakar. Y continuó: "Antes era una amenaza militar clásica, que las autoridades mauritanas controlaban bien. Ahora es un tipo de amenaza diferente de atentados aislados, con el terrible sello de Al Qaeda. Y eso cambia todo".

Sobre el fututo dejó una puerta abierta al cambio: "Tenemos proyectos en los que veníamos trabajando. Hay hipótesis con o sin arena. El alma de Dakar son los participantes y no les abandonaremos. En 2009 propondremos una aventura que corresponda a lo que buscan".

Respecto a las pérdidas económicas, Clerc fue rotundo: "Es una catástrofe económica y el principal afectado es la organización". El galo acabó criticando "ese mundo que no respeta nada y destruye este lazo que unía a europeos con africanos".